El sistema democrático mexicano tendrá una de sus pruebas más duras el próximo año pues la batalla por el congreso significará ser testigos de un prometido lodazal, pues el
clima lo estamos advirtiendo, vamos tormenta y muy dura.
Lo que está en juego es la continuidad del proyecto revolucionario de la 4T, ese que ha insistido en el presidente y que maneja como mantra, aunque en su paso haya que estrujar a la nación y sus instituciones.
El otro frente de batalla es el de los que ven la destrucción de lo poco avanzado como el respeto al estado de derecho y las libres autonomías de cuerpos como el de la SCJN, ejército y órganos electorales.
Si morena pierde la mayoría en el congreso podría irse despidiendo de las letras doradas de la historia y el mandatario mismo vería caer su silla del caballo en la meta de la revocación del mandato, la oposición entraría en una recomposición y podría obtener un triunfo presidencial en el 2024.
La caída en la víctima de AMLO es uno de los primeros focos rojos y que le han apurado a mover sus fichas en el tablero de las decisiones, por ello lo del tren maya, sus giras, el fin técnico de la pandemia aunque los muertos sigan sumando, la urgencia por volver a ganar la agenda nacional y todos los etcéteras, le queda poco menos de un año para mantener una cada vez más menguada víctimas.
Frente a si tienen la adhesión de muchos sectores, no solo el empresarial, sino de cuerpos enteros de la sociedad que especificó su informe, manifestaciones que algunos ubican en el círculo rojo, bautizados como BOA, y que de manera esperable en una democracia como la nuestra búsqueda contiene a quien considere un peligro para el país.
Este choque, lamentablemente, la están sufriendo un grueso de los mexicanos, el mar por la inseguridad, el mar por el paro bestial, el mar por lo que sufren defraudados o confundidos, angustia pura de no sable de qué tamaño será el tumor con el que habrán que lidiar en los próximos meses.
El número de pobres que serán aún más pobres y de los de la clase de medios que pasarán a este sector se irá incrementando, resultado de uno de los experimentos más dolorosos para México, pero indiscutible si pensamos que la miseria es el gran pendiente en este país , y que no ha tenido gobierno que medianamente lo haya combatido, siendo el mismo AMLO el que mejor ha colocado el tema en los ejes de un proyecto de gobierno, sin que esto signifique que su fórmula de destrucción todo para levantar nuevos muros, en un país plagado de inercias terribles, como la corrupción misma, que en su primer círculo practican, sea la mejor.
El presidente tiene razón en buscar acabar con la pobreza, solo que su andar va a crear más pobres, mismos que nutrirán una base electoral, eso es indiscutible, pero tampoco se puede negar que existen fuerzas que se resisten a su estatus cuo, sobre todos los grupos que durante años han acumulado riqueza sin que esté beneficie a los de abajo.
Vaya manera de repasar la historia, toda una lección del siglo XIX en este mismísimo 2020, vaya manera de decirnos que no hemos aprendido nada.