En ocasiones, con la edad, cómo que nos llegan más dentro los actos solidarios de los amigos y los seres queridos y nos hacen llorar, es bueno el saber que uno puede tener cercana una mano amiga que se extiende con solidaridad y desinterés, solo por ayudar. Y uno siente cómo le punza el corazón y como se aprieta el pecho y sale el llanto que libera el dolor y la angustia y podemos dar gracias por ello al gran creador y sabemos que al voltear al cielo entendemos la pequeñez y la grandeza del vivir y del ser.
Hace tiempo alguien me decía que los años no solamente brindan experiencias buenas y malas que nos hacen valorar la vida y dar gracias y que por ello, la tendencia en dar consejos. A los viejos les encanta brindar las experiencias de la vida y tratan de dar consejos y a veces, solamente los ven como viejos locos y locuaces que no saben qué hacer y la verdad solamente ellos saben el peso que cargaron en el día a día, las hambres y dolores y las angustias y pesares que fueron dando forma a su vida, y los demás, pueden escuchar, y a veces, imaginar el peso de las tragedias y angustias y el dolor y la frustración y el desencanto y la desilusión, y los jóvenes buscan la aventura sin sacrificios y los placeres sin costo, y es cierto, no se pueden medir y valorar las cargas de los otros cuando la ambición y la indiferencia no permiten pensar sino solamente demandar, y esto es lo que la sociedad nos ha dejado al paso de los años, y por el mercantilismo y la falta de valores que nos dieron sentido a la vida, y ahora, pues no hay: pocos valoran lo que es la patria y el nacionalismo y la solidaridad y la soberanía y pensamos que el destino es tener sociedades abiertas, sin pensar que los fuertes y ambiciosos y marrulleros se comen a los demás y los roban y saquean, y nos hablan de modernidad pero para los otros no para nosotros, y ocultan los saqueos y los robos con este tema, y por eso, las frustraciones solo nos llevan no a la lucha y la conciencia sino a confrontarnos entre nosotros, y no vemos que luchar no es entre hermanos y que no somos enemigos sino víctimas de las manipulaciones que ocultan los saqueos y los robos, porque no nos damos cuenta que los hombres del poder utilizan los recursos de todos y los fondos públicos que aportamos entre todos, para usarlos no en nuestro beneficio, sino para ellos continuar haciendo los negocios privados y acumulando riqueza y poder, no para ayudar sino para acrecentar su poder y tener a su servicio a los grupos de seguridad que protegen sus intereses por medio de la represión, con el cuento de que cuidan el estado y su valor.
Y en la indiferencia y carencia de valores solamente esperamos la “hora del amigo” para contar chistes y burlarnos y pensar que la alegría es real cuando solo nos fugamos y buscamos la emoción de los juegos de azar o del futbol y buscamos satisfacción en lo que no hay y ambicionamos por todo y no damos gracias por nada y por lo que tenemos, ni siquiera pensamos en que acumulamos para nada porque al final de cuentas, nadie lleva a la tumba lo que tiene o lo que le sobra y la muerte nos empareja a ricos y pobres. Claro que todos queremos dejar a los nuestros muchos bienes para que, supuestamente, no sufran lo que sufrimos nosotros por su carencia en vez de darles, primeramente, valores y agradecimiento, porque al final, de nada sirve que tengan muchos bienes si no saben tener conciencia ni solidaridad y no podrán reconocer ni agradecer por los sacrificios y esfuerzos que se hicieron para lograrlos, y en las escuelas solo dan a los jóvenes datos pero no formas de pensar y de reflexionar, los datos sirven como una forma de valorar y comparar pero si no se sabe pensar y reflexionar jamás podrán crecer y construir ideas y dar soluciones a los verdaderos problemas, y de ahí la enorme frustración, porque al final de muchos años de estar sentados recibiendo información sin pensar, se dan cuenta que al salir a la vida profesional no hay nada y que todo lo que tienen es información que no corresponde a la realidad y que ésta se forja en la experiencia y el trabajo, y más frustración será cuando en el mercado laboral nadie les ofrezca un pago justo por su saber y logros y se pasen los años, y solamente estén sobreviviendo en la frustración y el dolor que causa la ambición sin satisfacer, y hoy, miles de jóvenes no viven para ellos sino para otros y por las apariencias y no salen a forjar su destino y su vida y se la pasan en las casas familiares y no saben establecer fuertes relaciones, y los padres, muchos, piensan que son una carga cuando son una bendición a pesar del esfuerzo extra que pueden ocasionar, y no dan gracias por tenerlos a su lado y olvidan que los hijos darán satisfacciones en base al amor que reciban y no a los reproches, y por esa razón mis hijos, cuando hablamos y los escucho me dan lecciones y me ponen a pensar y me doy cuenta de mis muchos errores y abandonos por andar buscando el pan, olvidando que pan sin amor, seguramente, es amargo y no alimenta ni al cuerpo ni al alma, pero así es la vida y que bueno que al paso de los años puedo valorarla y no muero en la ignorancia… gracias a la vida por darme tanto…gracias a mis amigos por su mano amiga…