Ya lo dijo Andrés Manuel López Obrador, sin suerte no somos nada,
bueno eso lo digo yo, pero él sostiene que la suerte es vital en la política, en el periodismo, en los deportes y claro que es cierto, lo que nadie sabe aún es cómo se genera la suerte o si es simplemente tener algo de confianza en sí mismo y en los demás y, sola llega… así, con esa suerte que me ha sostenido por muchos pero muchos años, con sus altas y sus bajas, mi amigo Mario Mejía, un talentoso médico, inquieto en los temas políticos, sociales, culturales, mágicos, me hizo el favor de enviarme de entre sus muchas curiosidades de investigación como a veces digo, del baúl de las cosas inútiles, pero que al final de cuentas en su momento tienen mucha vigencia y dicen mucho, un escrito de Sor Juana Inés de la Cruz:
“Yo no leo para ser más inteligente, Leo para ignorar un poco menos.
Yo no leo para ser una persona más compleja, leo para ser una persona más simple.
Yo no leo para enriquecer mi vocabulario, leo para no endeudarme con
mi lengua.
YO NO LEO CIENTOS DE LIBROS, LEO MUCHAS VECES EL MISMO.
Yo no leo para sentirme realizada, leo lo que me realiza para sentirme.
Yo no leo para decir que leo, leo para escuchar otras voces en mi silencio.
Yo no leo para olvidarme de la realidad, leo para transformar la mía.
Yo no leo para transportarme a otras historias, leo para que otras historias sean parte de la mía.
Yo no leo para juzgar lo que otros leen, leo para cuestionarme lo que yo leo.
Yo no leo para creerme más que otros, leo para ser mejor que yo misma.
Yo no leo porque vaya a ser mejor persona, yo simplemente leo porque leo”
Y bueno, ya me imagino lo que muchos “intelectuales” pensarán sobre esa forma de ver el mundo y la vida, ella no estaba pensando en la “trascendencia histórica” ni de dejar un huella en su paso por la vida, simplemente leía para entender su propio mundo, tal como muchos de nosotros escribimos para ir entendiendo el mundo en que vivimos, no me gusta dar consejos ni entrar a la pomposidad y a los vanos indicios de la historia, no, creo que nuestra pasión es escribir, no sé si bien o mal, simplemente escribimos lo que vamos sintiendo y dejamos muchas cosas en el tintero. Decía un sabio amigo que él no daba consejos porque eso le recordaba a la viejas prostitutas que, de viejas, les da por dar consejos para que las demás se porten bien y no hagan tarugadas y es algo de eso lo que nos mueve a no brindar consejos pero si sugerencias y por ello pensamos que lo mejor para avanzar en el entendimiento de la realidad es leer y viajar con los pies en la tierra, caminar, platicar con la gente, saber lo que viven y lo que piensan y así en cada momento vamos entendiendo lo que somos y lo que en realidad queremos.
Leer, NO ES PARA CONVERTIRSE EN UN “INTELECTUAL” DE ESOS QUE CUANDO CONOCEN LA REALIDAD LA niegan o la desconocen o la usan para convertirse en los “consejeros” o “voceros” de los hombres del poder, ellos, si necesitan que hablen y forjen su imagen a pesar de que en la mayoría de las veces esa imagen no corresponde a su realidad y es así que hemos sufrido a lo largo de la historia muchos descalabros, traiciones y desencantos, miserias, mentiras, corruptelas, sin sabores, en fin, a lo mejor ellos no tienen la culpa, en nuestra desesperación porque nos arreglen la vida y no hacer por arreglarla nosotros, dejamos en otras manos esa obligación y es ahí donde sufrimos las desilusiones y renegamos, nos enojamos, nos dejamos engañar no por ellos sino por nosotros mismos al pensar de que ellos, con una varita mágica, arreglarían nuestra vida y la del país y así es como se construyen los tiranos o los demagogos o, en ocasiones, salen buenos líderes y gentes buenas que en verdad entienden eso de que el poder es para servir y no para servirse y, cuando sale alguno de ellos es jauja y buena vida, honestidad y riqueza, por esa razón, a pesar de todo, debemos entender que es bueno el leer para entender la historia y sus ejemplos nos sirvan para no volver a caer en los baches y desilusiones, es bueno leer para entendernos y para que de esa forma podamos con nuestras obligaciones y no esperemos que nos arreglen la vida que nosotros no queremos arreglar, porque al final de cuentas nada es regalado, todo tiene un esfuerzo propio y, así, las cosas, saben mejor, por ello les sugerimos hay que leer y leer muchas cosas de historia y de biografías y autobiografías, para entender el sentido humano.