El doctor Javier González Maciel, médico, ciudadano, padre de familia y lector de el periódico “El Punto Crítico”, nos hizo llegar esta carta dirigida al señor Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, en respuesta a las declaraciones que hiciera en la mañanera de el lunes pasado en el hangar presidencial.
El compromiso que nos hemos impuesto en el periódico El Punto Critico para dar voz a quienes no la tienen y hacer eco de las demandas ciudadanas en el legitimo derecho a la libertad de expresión y las ideas de nuestros lectores, es que publicamos esta Carta al Editor:
“Respuesta a sus declaraciones frente al avión presidencial
Sr. Andrés Manuel López Obrador:
A medida que transcurría su discurso, iban creciendo en mis adentros la furia y la indignación. Detrás de Usted, como un gran telón de fondo, se erguía el gigante alado, el magnífico avión presidencial recién lustrado, meticulosamente dispuesto en su imponente montaje, para incitar y aguijonear hasta el hartazgo el resentimiento de la gente; brillante en su magnífico escenario, desplegaba sus alas gigantescas para acoger complaciente su demagogia electorera.
Pero atrás de la mampara de acero, camuflada por la inmensa mole voladora, asomaba insistente la verdad lastimosa, esa que tanto nos duele y que tan celosamente esconde debajo de la alfombra; la realidad de Ana Lucía y de otros niños con cáncer, que su macabra austeridad Republicana ha condenado a morir en la desolación del desabasto; la de las miles y miles de personas que muy pronto morirán por Covid, conminadas por sus fieles “matasanos” a salir a las calles sin la mínima protección de un cubre bocas, y que recorrerán el vía crucis de las calles buscando al fin el hospital que los acoja; la de un gobierno que horada con su tren nuestras hermosas selvas, aunque jamás se subirán en él ni los menos pobres de entre los pobres; la de los 12 millones de personas que perderán su empleo mientras Usted organiza subastas de calzones y ofrece a sus pobres el espejismo de la lotería; la del horror de los secuestros, la de esas 10 mujeres que mueren a diario asesinadas frente a su imperturbable indiferencia; la de un Presidente que cancela por sus fueros las obras de los mexicanos, atribuyéndole al pueblo la responsabilidad de sus errores; la de una economía que se desmorona a pedazos mientras Usted ahuyenta la inversión extranjera y ataca sin piedad a nuestros propios empresarios; la de una pobreza rampante que añadirá a sus filas, sólo en este año, a 16 millones de personas, mientras Usted reconforta su miserable existencia asegurándoles que no importa el dinero sino la alegría de vivir; la de un gobierno que acoge en su país a dictadores de otras naciones, que el mundo entero ha repudiado, para darles asilo y elogiar con empalago sus infames gestiones; la de un combate a la corrupción, que ha sido ciego ante los leales y los que se esconden y resguardan al interior de su casa; la del retorno a los regímenes más malvados y abominables de la historia, donde el pueblo o el capricho de un mandatario deciden a quién se juzga, se perdona o se condena.
¡Esa NO es la nación con la que sueño! NO esa que destina 70 millones de pesos a una escuela de béisbol, cuando no encontramos ni siquiera un lugar para los muertos; NO esa que ante la desgracia sanitaria y económica más grande de nuestra historia, anuncia con bombo y platillo su “grito y su desfile”. NO esa que le pide a todos los que aspiramos a crecer en un país rico, sin carencias, sin rezagos, con libertades, seguridad y justicia, que se conformen con una República decadente y “bananera”.
Nada me importaría a mí, y seguramente a ninguno de los ciudadanos de este país, que Usted viajara cómodamente en el lujoso avión que tanto repudia, si fuera al menos la mitad del presidente al que aspiramos los mexicanos!!!”
Atte.
Dr. Javier González Maciel