Elba Esther Gordillo vuelve a ser noticia. Quiere regresar a la
actividad y puede hacerlo, tiene vigentes sus derechos constitucionales y políticos. Se està presentando y lo ha dejado sentir. Por la resolución legal a su favor después de gravísimas acusaciones como participar en el crimen organizado, la profesora pretende retomar las riendas del sindicato que le diò vigencia, fuerza y poder. Antes de ser aprehendida, se opuso, de acuerdo a sus convicciones a la Reforma Educativa. O permitiría, me dijo, que se evaluará a los maestros cuando los gobiernos habían incumplido abiertamente su tarea de capacitarlos, darles infraestructura y salarios dignos. Esas eran y siguen siendo sus razones. Se enfrentó, recordamos, a Ernesto Zedillo, entonces secretario de Estado, y más tarde, de manera frontal a Enrique Peña Nieto. No cedería, no cedió y ábaco tras las rejas. Ella es inquieta. Es una política siempre en activo. Ha salido tejer aliados pero también se ha ganado enemigos de peso completo. Y las cosas en el pais han cambiado radicalmente. El sistema político que la nutrió ha desaparecido casi por completo. Las propuestas más serias de la administración presidencial pasada han sido destruídas. Los antes enemigos del gobierno, activistas radicales, hoy son gobierno. Artistas y futbolistas sin formación política están en el poder. Improvisados en las comisiones de educación y cultura. Protagonistas de escándalos y majaderías al frente de espacios editoriales y dedicados fundamentalmente a eso, a la cultura. Sindicatos cuestionados con líderes que han sido acusados de fraude y otros autoexiliados. Agrupaciones de trabajadores que ya no son consideradas a actos oficiales de la Cuarta Transformación, en fin una cadena de sucesos que han modificado el calendario nacional. Y ahí, en ese pantano raro, llega a intervenir Elba, para reencontrarse con con aliados y para cobrar facturas a enemigos certeramente detectados. Se habla hoy de ruptura con amlo, se dice que tiene una carga de discusiones pendientes, se argumenta que viene a poner en paz y orden al magisterio. Se dicen muchas cosas como siempre de Elba.