Es una verdadera afrenta como los policías, patrulleros pues, en Polanco se
dedican a asaltar a los conductores de vehículos. Incumplen todo ordenamiento de prevención. Están a la caza de contribuyentes para extorsionarlos, amenazarlos y robarles (ellos les llaman gratificación para no aplicar las multas). Falso que con las modificaciones al reglamento de trànsito la corrupción descendería considerablemente. Ahora al elevar las tarifas de las infracciones, los rateros con uniforme piden mordidas entre 5 y 10 mil pesos. Detienen al infractor y le advierten con sobrada prepotencia que ya avisaron a los mandos superiores, ya levantaron folio, viene una unidad por el carro (una grúa) y el conductor serà llevado a la alcaldía ante un juez y si es necesario ante un médico para una revisión del estado físico. Esconden el reglamento de tránsito y ofrecen al particular “escoltarlo” hasta un cajero automático, “para su seguridad”, para obtener el dinero solicitado. Y si lo hacen! Si el automovilista no cuenta con tarjetas bancarias de manera directa y cínica dicen “ pues me gusta tu reloj”. Y al parecer de una patrulla a otra se pasan la información del automovilista porque casualmente a unas cuadras adelante el conductor vuelve a ser detenido y tratan de aplicarle nuevas infracciones, la más común, no traer la licencia vigente. No sé si es sólo maquillaje eso de acabar con los corruptos, pero entre los patrulleros lo único que ha cambiado es que la “mordida” es más abundante. Seguro el titular del área el maestro Jesus Orta Martinez debe recibir y cumplir instrucciones muy precisas del gobierno local en relación a la lucha contra la corrupción. Pero alguien se está quedando con gran parte del botín que esperemos no esté llegando a los cajones de los jefes en los primeros niveles de autoridad. Ahora bien, si el maestro Orta duda de estas líneas, sería conveniente que enviara con todo propósito a uno de sus cercanos, vestido de civil, para cometer intencionalmente una infracción (sobre todo en las noches) y calificar el comportamiento de los uniformados. Sería extraordinario que hasta con celular los grabaran (cosa que veo imposible porque ellos mismos se exhibirían) pero darían un verdadero ejemplo de honestidad y sanción para esos rateros callejeros en patrulla recién pintada para hacer notar el cambio de administración. Es una vergüenza que esto ocurra aún cuando los de arriba presumen cero tolerancia y combate a los abusos de poder. Por cierto, también es una burla que el contribuyente acuda a estas oficinas móviles para regularizar tarjeta de circulación o licencia de conducir (como la que está en el estacionamiento de la tienda UNAM, en Ciudad Universitaria) y se indique que pues ni modo “no hay sistema desde hace dos MESES” y luego leo la denuncia del diputado por el PRD, Jorge Gaviño que publica en redes “ fui a renovar mi tarjeta de circulación y me informaron que por motivos de #austeridad ya no van a dar plásticos. El valor nominal del plástico con todo y chip no pasa de $15 mxn, el cobro de los derechos es de $317 mxn, eso es irregular” . Si me permiten así publicarlo, hay se lo dejo de tarea a la impoluta sra Sheinbaum y es un aviso al maestro Orta para que sepa lo que sus muchachitos andan haciendo a sus espaldas y del Presidente. Zas!