Más que con la frente en alto, regresan nuestros atletas mexicanos luego de los
Juegos Panamericanos. Mexico superó sus expectativas, se ganaron más medallas que en ningún evento deportivo fuera de nuestra tierra, 41 naciones participantes y fuimos el tercer sitio en el medallero, 37 de oro, 35 de plata, 63 de bronce con un total de 135 preseas. Es el reflejo de intensos años de preparación, de entrega, de sueños, de metas, retos y competencia, mucha competencia. Alto rendimiento y un nacionalismo evidente, notorio. Es demostrar a otras regiones que sí somos capaces de brincar los obstáculos y superar las pruebas. Con disciplina y rigor triunfar por sobre los demás que en su espacio intentaron lo mismo pero no llegaron. Médico superior a naciones como Canadá, Cuba, Argentina o Colombia. Fueron nuestro competidores más aptos, más veloces, más fuertes, mejor coordinados. Antes de iniciar el evento, incluso en una conversación cuando estaba en el aeropuerto para partir a Lima, Carlos Padilla Becerra, Presidente del Comitè Olímpico Mexicano, me prometió que haríamos un papel más que decoroso, me ofreció su palabra de honor y me cumplió. Sabia que todo, por políticas internas, estaba a contrapelo. Los recursos en esta administración, no en anteriores (aunque le caliente al presidente),se recortaron, se cancelaron programas de apoyo, algunos legisladores miopes y cortos en preparación y cultura criticaron a nuestros triunfadores, se cuestionó a Ana Gabriela Guevara por estar más ocupada en buscar una candidatura que en atender a sus responsabilidades, el dinero para todos se destinó al béisbol, se calculó la venta de una residencia de un estafador para ofrecer recursos a los atletas ( y hasta en esos pronósticos fallaron). Hoy estos muchachos regresan para repetirnos que con la cultura del esfuerzo se logran enormes avances, sin demagogias ni discursos de odio, descansando en los consejos de sus entrenadores, médicos,psicólogos y fundamentalmente sus familias. Esos jóvenes que participaron con nuestros colores,desfilaron ante el mundo con la bandera más bella entre todas. Bien por aquellos que aún recibiendo descalificaciones y menosprecios, incluyendo a los deportistas, se han instruido, capacitado, entrenado desde décadas atrás, para demostrar lo que hicieron en Lima 2019. Y ahí el apoyo de. Mario Vázquez Raña o de Jimena Saldaña, Ojalá y los cretinos y mediocres no se cuelguen las medallas que no ganaron, ni los records que no saben romper. Que cuando lleguen a sus oficinas a disponer de los recurso de todos nosotros se les caiga de vergüenza la cara por sus incompetencia y errores sólo por servir las ocurrencias de un mesías que en todo ver corrupción y abandono. Si lo registrado en Lima es producto de esas administraciones que hoy tratan de hundir en un proceso de venganza, pues que mejor lo piensen en dos ocasiones porque la sonrisa, el gozo, la satisfacción de nuestros jóvenes al ganar no es fácil de borrar. Y los he calificado como triunfadores porque los campeones a veces caen, en otras tropiezan, los triunfadores nunca, siempre de pie, con orgullo. Para la 4aT sólo un recordatorio: vienen las olimpiadas.