Y las malas noticias no vinieron de los conservadores, ni de los fifis, ni de los adversarios y menos del
pasado con todo y Calderón. La explosión se registró en el mercado del petróleo y seguirán las detonaciones en México por las no malas, sino pésimas imposiciones del presidente con invertir en el crudo negro y en su proyecto de Dos Bocas. Nunca antes, jamás, el precio del barril de mezcla mexicana se cotizó con números negativos como ahora, está en menos dos dólares con treinta y siete centavos y los bonos de Pemex sean considerados “basura”. Y vayamos por partes. El líder sindical es intocable, la inyección de recursos es absurda, el hackeo (que no han aclarado) fue con toda intención, el combate con los huachicoleros es un fracaso como haber cerrado las válvulas de distribución de energéticos, el propio director de Pemex no ha mostrado estatura ni resultados vanos ni se ve y Roció Nahle empinó a nuestro país luego del ridículo con la OPEP (al tiempo habremos de saber la factura que nos cobrará Trump mientras firma una orden ejecutiva para detener el ingreso de migrantes a su país).
Hoy ya no tenemos decisiones, entendamos, Arabia Saudita no únicamente acaparó los mercados asiáticos donde nuestro país vendía 400 mil barriles en Asia en los últimos días, ahora también le venderá crudo a Estados Unidos desplazando así a México, en pocas palabras seremos expulsados del mercado como ya ocurrió en 1982 y debemos ser claros, los jeques han divulgado un video en donde antes de tomar contacto con la secretaria Nahle elaboran una especie de apuesta para que la funcionaria caiga en una trampa, formule una pregunta que a ellos y al “chairman” les interesa y cuando lo logran, cuando ella resbala en el ridículo, festejan burlándose del nuestro país. Aquí se dijo que era un reconocimiento a nuestra “exitosa” negociación. A eso se le llama falta de oficio, de experiencia y por si fuera poco, en lo interno, en casa: engaño.
Hoy estamos más y más cerca del acantilado, menos remesas, gravísimos índices de violencia, la pandemia, una austeridad republicana fallida, corrupción, desempleo, devaluación y con almacenes llenos de gasolina que conviene mejor regalarla. Pero se insiste en producir energía eléctrica con carbón, gastar, no invertir, nuestro patrimonio en una refinería que antes de acabarla será obsoleta y que evidentemente nos estamos atorando, retrasando en la competencia de nuevas tecnologías y fuentes alternas limpias, baratas y seguras en materia energética.
No hay otra explicación, lectura o razonamiento, la política mexicana, después de destruir la Reforma Energética está equivocada, no presenta soluciones y lejos de perder billetes por la reducción de las tarifas en el crudo nos ganamos dos abucheos, uno en la reunión de la OPEP y otro ahora que seamos expulsados del mercado petrolero. Recontrazas!