Lo anticipé, era lógico, evidente. No hay “pausa” con el gobierno de Peru, simplemente hay ruptura por la política injerencista
de AMLO. Otro grave fracaso en que mete el presidente a Mexico y a Ebrard que ahí se mantiene por interés político a pesar de las pifias ñ, humillación y descalabros, diría ridículo. Hace unos días escribí: “Ebrard debe muchas explicaciones. No ha desmentido ni confirmado si una aeronave militar de Mexico fue expulsada del espacio aéreo peruano; si AMLO le dio la orden a él y al embajador Monroy para aislar a Castillo; si se están respetando los protocolos internacionales en materia de asilo; y si la “pausa” en las relaciones entre ambos países tiene otro trasfondo”. Pues accionó y reaccionó con mayor claridad y prontitud la cancillería peruana al anunciar través de la Canciller Gervasi: “El Gobierno del Perú ha declarado persona non grata al embajador de México en el Perú, señor Pablo Monroy Conesa, debido a las reiteradas expresiones de las más altas autoridades de ese país sobre la situación política en el Perú”. Una vez más, sintiéndose redentor, AMLO derrite a la diplomacia mexicana y nos expone, como nunca, a confrontaciones innecesarias. Aun así, impulsa que su “corcholata” Ebrard se pretenda su sucesor. No acabamos de terminar las diferencias con España y Panama, incluso con Chile por las atinadas críticas que su presidente pronunció contra la tiranía en Nicaragua en nuestro territorio, cuando nos volvemos a tropezar por andar ofreciendo, a nombre del pueblo y gobierno de Mexico, asilo a personajes muy cuestionados y perseguidos por la ley. De hecho, Palacio Nacional, Relaciones Exteriores y la Defensa Nacional tendrían que explicar al cuerpo legislativo el por qué se dispone de recursos federales y aeronaves militares para la protección de extranjeros. El INAI tendría que intervenir para solicitar las bitácoras de vuelo, aun cuando el gobierno pretenda ocultarlas por aquello de la “seguridad nacional”. Ahora estamos dividíos en chairos y fifís, aspiracionistas y ninis, buenos y malos y países miembros del Foro de São Paulo y los demás. Con AMLO es blanco y negro. Es como lo dijo “estás conmigo o contra de mi”. Sin embargo, las piezas de alianza de México se están perdiendo y peor aún, no somos bienvenidos a sus países. Despidámonos del turismo peruano, inversiones e intercambios comerciales. AMLO en breve tampoco será invitado a Peru y para vergüenza nacional también será considerado como tóxico para la diplomacia bilateral. En efecto, sí estamos entrando a una Transformación: la del rechazo diplomático y el convertirnos en rica materia para los programas cómicos internacionales. AMLO dice que los conservadores pretenden quitarle sus “mañaneras” pero es que él es el único que no acepta que sirvan para satisfacer su egolatría y edificar una plataforma digna de la inquisición para quemar en piras a sus opositores.
CARLOS RAMOS PADILLA
@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio