RAPIÑA POLÍTICA

sinpunto

México es uno de esos raros países donde la política está por encima de muchas cosas, pero principalmente sometida a las miserias humanas. Enrique Peña Nieto ganó la Presidencia de la República con más de tres millones de votos sobre su más cercano competidor, Andrés Manuel López Obrador. En cualquier parte del mundo eso bastaría para que un gobernante llegue

con un bono democrático en suficiencia para realizar reformas y proyectos para un buen ejercicio de gobierno. Aquí las cosas son distintas porque siempre hemos tenido la costumbre de escatimar méritos a quienes alcanzan el triunfo, o para decirlo de otra forma, a los ganadores antes que amigos les brotan enemigos porque hicieron lo que otros no pudieron, y esa es una de las mayores ofensas que pudieran existir. Parece mentira, pero el machismo todavía sigue existiendo, y lo peor de todo es que eso hace disfuncional al ejercicio político.

El Gobierno Federal está viviendo una crisis de gobierno porque sus propios integrantes así lo han decidido. La conformación del gabinete presentó disfunciones desde el inicio porque el presidente Peña Nieto decidió conformar un equipo disímbolo, con elementos procedentes de otros grupos políticos, en un afán de mostrarse incluyente. No bastó el bono democrático ni que haya sido el hombre que regresó al poder al tricolor, lo que abrió la puerta a personas y personalidades que la pasaron mal durante los 12 años que gobernó el blanquiazul. Por mucho que se afanen, la mayor parte de ellos no cuentan con la misma dinámica con que piensa y opera el grupo que ha acompañado al señor Peña Nieto en los últimos 10 años. Me parece que los cambios han tardado en razón de la crisis que se refleja en las calles, encabezada por los mismos grupos que hace tiempo debieron someter con la simple aplicación de la ley.

Los problemas generados por los normalistas desaparecidos y que presuntamente fueron victimados después de que hicieron de las suyas intentando extorsionar nuevamente a quien gobernaba Iguala, y que formaba parte de la delincuencia organizada, han sido tolerados por quienes han dejado todo en manos del señor Peña Nieto, y eso al cabo del tiempo se convertirá en una factura que tendrán que pagar. Muchos solamente lamentan lo que ocurre, pero pocos tienen la capacidad de operar para que las cosas dejen de ocurrir. Para decirlo de otra forma, han esperado que el grupo cercano al presidente tome determinaciones con tal de no equivocarse, y eso al cabo del tiempo generará una factura que no podrán pagar.

La pregunta es: ¿no hay nadie que ayude al presidente? Vuelvo con lo mismo, hasta ahora no veo que exista la voluntad de muchos para colocarse en primera fila y dar la batalla. Por el contrario, se han colocado detrás de quienes ellos piensan que son los capitanes y que deben estar en el frente para presentar combate. A eso hay que sumar la carencia de apoyo de las oposiciones que parecen festinar que al presidente Peña le vaya mal. La muestra la da el PAN en el Senado cuando Jorge Luis Preciado declara que la crisis de seguridad no se resuelve sólo con reformas. Por principio de cuentas, habrá que decir que ésta es herencia del calderonismo. Del PRD todo se puede esperar, menos propuestas. México es caldo de cultivo para la rapiña política. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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