Cada día se refuerza mas la hipótesis de que los padres de los normalistas de Ayotzinapa están recibiendo dinero para mantener el foco de insurrección no tan solo en Guerrero, sino propagarlo en las otras partes del país donde funcionan normales rurales. Y no es que dude del dolor que han venido mostrando en cada una de las
concentraciones en las que participan, pero también tengo que señalar de forma responsable que la condición de pobreza extrema de aquellos que perdieron a sus hijos en la tragedia de Iguala es algo que llama la atención. Viajan por todo el país, inclusive en autobuses robados por los miembros de la CETEG y los estudiantes normalistas.
Recorrer territorio para realizar reuniones informativas y subversivas en los Estados que han visitado implica gastos que no pueden cubrir, pero además su pobreza no les permitiría hacerlo, de ahí que despierten la sospecha de que alguien está cubriendo no tan solo esos gastos, sino un salario par que sigan manteniendo a su familia. Hace algunas semanas se dieron a conocer en las redes sociales imágenes de los cheques con que presuntamente se cubrían esos gastos, sin que nadie saliera a aclararlo, lo que para muchos fue una confirmación de que efectivamente están siendo subvencionados para que sigan haciéndole la guerra al Estado Mexicano.
Por lo pronto la ingobernabilidad en el Estado de Guerrero es ya una realidad, y forma parte de una bien estructurada estrategia y obsesión de los grupos guerrilleros que se mantuvieron refugiados en Ayotzinapa durante muchos años incubando un movimiento que se detonó a partir de la muerte de los normalistas sacrificados hace aproximadamente cuatro meses. Pero también hay que señalar que esta ingobernabilidad forma parte también de la indecisión del Gobierno Federal que no ha cumplido con su trabajo, porque ni siquiera ha sido capaz de proteger las casetas de peaje en las autopistas federales, al igual que el timorato gobernador Rogelio Ortega que se la pasa amenazando pero que hasta ahora no ha realizado una sola acción que indique que impondrá el orden y que sancionará el robo de cerca de doscientos vehículos que tienen los normalistas en las instalaciones de Ayotzinapa.
Pareciera que la autoridad se ausentó por miedo a provocar reacciones mas fuertes en los grupos de interés que se mueven en torno a la tragedia. Tampoco les ha importado, tanto al gobierno local como al Federal, que los empresarios sigan haciendo llamados para proteger sus inversiones. Lo que no entienden los tomadores de decisiones es que sin el concurso de los empresarios, la economía del país y la planta productiva y del empleo entrarán en crisis y quizá con un daño irreversible. La manipulación a que han sido sometidos los padres de familia aprovechando su infinita pobreza es el principal motivo para seguir fomentando el desorden en diversas partes del país, y el rechazo a la versión del criminal apodado "El Cepillo" fue ordenada por quienes les pagan para seguir confrontando al Gobierno Federal. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.