El hombre del poderoso enojo

sinpunto

En una de sus pocas intervenciones públicas el Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Aurelio Nuño, dejó entrever el conflicto que mantiene al país en vilo desde hace poco más de cuatro meses: "cuando se impulsan cambios profundos, las resistencias vienen de quienes no quieren perder sus privilegios, y una vez que inicia el cambio por la igualdad y la libertad, la transformación es imparable". Como cita discursiva es indudable que el señor Nuño supo como dejar en claro que las cosas se van a hacer tal y como lo señale el actual Gobierno Federal porque la legitimidad obtenida en las urnas les da la capacidad de tomar decisiones para transformar al país. Para decirlo de otra forma, Aurelio Nuño lanzó una fuerte advertencia al poderoso hombre que ha venido socavando la institucionalidad del país, y arrinconando al gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.

A decir de los especialistas la transformación a que se refirió en ese momento debería ser la resultante de las reformas contenidas en el "Pacto Por México" acordado entre la Presidencia de la República y las tres principales fuerzas políticas. El problema es que hasta ahora no hay reactivación económica y la caída de los precios internacionales del petróleo nos tiene al borde del colapso. El señor Luis Videgaray no esta siendo el elemento clave en la confianza que requieren los inversionistas para arriesgar su dinero, de ahí que las inversiones captadas pese al presunto ambiente favorable para la inversión en México no pase del discurso.

Los recortes presupuestales y el encarecimiento de la moneda estadounidense son producto de esa crisis que inició cuando ese poderoso hombre que aludió Aurelio Nuño decidió que enfrentaría y confrontaría al Estado Mexicano donde mas le duele: la legitimidad. Ese valioso elemento que buscan atesorar los gobiernos y que proviene no tan solo de las votaciones, también de los resultados de la gestión y administración de los recursos públicos, y de lo que algunos llaman gobernabilidad, que no es otra cosa que la respuesta de un gobierno a los requerimientos de su sociedad.

Lo único que hasta ahora tenemos es gobernanza, pero nada más. El hombre del poderoso enojo ha conseguido trastocar la marcha del actual gobierno porque está resultando tanto o más poderoso que el mismo Estado. Como dijo Aurelio Nuño, la transformación es imparable, pero no esta dando los resultados esperados. Quizá sea hora de hacer política e iniciar una nueva etapa antes que sea demasiado tarde. Y hacer política es buscar entendimientos con quien hasta ahora tiene ya mantiene arrinconado al Gobierno Federal. Por cierto, el principal elemento de la política es la negociación. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.