Se esta incubando la tercera guerra mundial. Pareciera jactancioso intentar predecir que algo de esa magnitud pudiera ocurrir, pero la circunstancia que se vive ahora indica que las cosas caminan en ese sentido. Estados Unidos lleva varios años en recesión y no se avizora para cuando comience a incrementar ese crecimiento al que tiene acostumbrados a sus habitantes. A ello hay que sumar que Europa está en una crisis de previsibles consecuencias desde hace cerca de tres años, y eso ha ocasionado que la endeble organización surgida del acuerdo de sus miembros para formar y conformar una comunidad ha comenzado a presentar fisuras. Aunque los países del norte siguen marchando con una economía boyante, los problemas de la economía alemana pernean en la mayor parte de sus miembros.
Grecia ha sido quizá el país más castigado por la disciplina fiscal y monetaria que le ha impuesto Europa, eso quiere decir que los niveles de vida han disminuido hasta llegar a casi la mitad de su población en situación de pobreza, y un tercio en pobreza extrema. Los procesos de austeridad impuestos hace seis años han generado severos problemas de gobernabilidad, principalmente por las decisiones de Angela Merkel, a quien Alexis Tsipras ha señalado que no seguirá imponiendo mas sacrificios a sus gobernados, pero también ha dado la seguridad de que Grecia seguirá cumpliendo sus compromisos.
De cualquier forma las cosas no van bien y se agravan por los amagos de Rusia de seguir haciendo la guerra en Ucrania por la importancia de su territorio en el caso de una conflagración mundial. Pero Estados Unidos no tiene la mira puesta en Rusia por el momento y se contenta en seguir manteniendo el foco de resistencia en Ucrania. Incluso ha solicitado a los miembros de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte que disminuyan sus niveles de reclamo contra Rusia para entrar en una fase de negociación en el tema de Ucrania. Y la razón es simple, el territorio de la siguiente Guerra Mundial será en el Medio Oriente.
Estados Unidos y Europa tienen que proteger sus intereses en la zona y ya hay motivos más que suficientes para escalar el conflicto y reconformar los territorios, y quienes saldrán perdiendo son Siria e Iraq, donde están por ahora los grandes yacimientos de petróleo. Europa y Estados Unidos requieren acelerar la maquinaria del dinero y para eso necesitan un conflicto bélico que revolucione las economías guerreras. El mejor pretexto es ahora ISIL, "Estado Islámico de Iraq y Levante, organización extremista que por cierto parece seguir con fidelidad el libreto para convertirse en el principal motivo para conformar un frente de aliados. Barak Obama ya pidió la autorización del Congreso para declarar la Guerra y ocurrirá en los siguientes meses. Uno de los argumentos más poderosos del señor Obama es que "Si no se hace nada en su contra, ISIL representará una amenaza más allá del Medio Oriente, incluyendo el territorio de Estados Unidos". Más claro ni el agua. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.