Muchos han sido los amagos que ha recibido el sistema educativo del país de parte de aquellos que se empeñan en asumirse como detentatarios de un mandato inexistente, y que solamente han sido producto de un proyecto político fallido de las falanges de la izquierda trasnochada que piensa que México se puede cambiar si se logra sumergir a nuestros niños, los futuros ciudadanos, en la obscura noche de la ignorancia. Las pasadas semanas fueron prodigas en críticas para el gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto a causa de la postergación de la Evaluación Educativa, misma que al final resultó una estrategia para evitar dañar la credibilidad de las elecciones intermedias que al final del día, y pese al amago de las secciones beligerantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, se realizaron con relativa normalidad lográndose uno de los triunfos más sonados de la incipiente democracia mexicana.
Los problemas se focalizaron en los estados donde la CNTE mantiene mayor membresía y donde sus posibilidades de alcanzar sus propósitos eran relativamente altas. Lo que nunca esperaron es que los cuerpos policiales de la Federación y los Estados mantuvieron una estrecha coordinación garantizando que la gente lograra salir libremente a ejercer su derecho al voto. Para decirlo de otra forma, los mexicanos dimos una muestra de verdadero civismo y demostramos a las pandillas de facinerosos en que se han convertido algunos grupos de maestros, que nuestra voluntad está encaminada a la normalidad democrática y al orden institucional. Los amagos de los grupos magisteriales recibieron la indiferencia de los ciudadanos que demostraron estar más comprometidos con la democracia que con los reclamos de la sinrazón.
De nueva cuenta los mexicanos dimos una nueva demostración a los trasnochados de la reivindicación educativa de que las cosas en el país no son ni serán como ellos la piensan, sino como nosotros, la mayoría apabullante, y quienes ponemos el dinero para la manutención de las estructuras gubernativas, queremos y pretendemos que ocurran. Así de sencillo es el razonamiento realizado por quienes hemos sido responsables del destino del país, y que no estamos dispuestos a permitir que esas minorías, por muy activas que sean, derriben a las instituciones que tanto tiempo nos llevo construir.
Hasta ahora ha sido una dura lección la que han recibido los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, aunque seguramente seguirán en el empeño de catapultar la Reforma porque eso les garantiza el mantenimiento de las prebendas que les dieron los gobiernos timoratos y entreguistas de Oaxaca. Por eso se ha empoderado la Sección 22, por el miedo que el señor Rubén Núñez Gines despierta en Gabino Cue Monteagudo. Pero insisto, la gente ha manifestado su veredicto durante la jornada electoral de la semana pasada, y ahora solamente pudieron evitar la realización de la Evaluación Educativa en Oaxaca, donde el señor Gabino Cue es cómplice del atentado contra nuestra niñez, y en Michoacán cuyo gobierno sigue sin rumbo definido. Los mexicanos volvimos a dar una muestra de nuestro rechazo a quienes ni siquiera se han enterado que en 1989 se derrumbó el Muro de Berlín y que el mundo cambio. Ojalá lo entiendan. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.