La televisora CNN ha sido bastante crítica con el Presidente Enrique Peña Nieto, sobre todo el periodista Jorge Ramos, quien por cierto hace mas de tres décadas que no radica en este país. Y no es que me disgusten las críticas del señor Ramos,
pero es muy cómodo hacerlas desde otra latitud cuando el debate periodístico requiere constancia y oportunidad, y no oportunismo. Pero dejando de lado al señor Ramos conviene recordar esa entrevista donde el Presidente Enrique Peña Nieto afirmó rotundamente que la responsabilidad de la reclusión en el Penal de Alta Seguridad del Altiplano recaía en el Secretario de Gobernación, con lo que muchos analistas dan por descontado que el señor Miguel Ángel Osorio Chong tendrá que presentar su renuncia en las siguientes horas.
Y no es que a los mexicanos nos de gusto que el exgobernador de Hidalgo se vaya, y mucho menos al señor Presidente, pero me parece que tendrá que ser consecuente con lo que dijo y afirmó tres veces en esa entrevista. Por cierto, la han estado repitiendo en las redes sociales y en algunos canales locales de televisión en distintas partes del país. No se hasta donde sea culpa del señor Osorio Chong la eventual fuga del señor Guzmán Loera, pero estamos ante una contingencia que puede hacer naufragar al gobierno de Enrique Peña Nieto, o al menos minar su escasa credibilidad si no cumple con lo que en esa entrevista ofertó y repitió, como subrayé en líneas anteriores, tres veces.
Pero también hay que señalar que por la forma en que se evadió el legendario narcotraficante, y la alta especialidad con la que se construyó el túnel por donde escapó y se colocó una motocicleta sobre rieles para facilitar el traslado de un kilómetro y medio hasta la casa desde donde se inició la obra, podemos afirmar que desde el momento mismo en que fue aprehendido y trasladado al Altiplano, se iniciaron los trabajos para planear y realizar esta fuga, que opaca cualquier otra que se haya realizado en este país y en muchas partes del mundo. No fue una obra cualquiera, insisto en que requirió mucha precisión para llegar hasta la presunta regadera que utilizaba el señor Guzmán Loera.
Por principio de cuentas habrá que señalar que quienes la planearon y dirigieron, deben tener pleno conocimiento de las instalaciones del presidio, y que conocían los planos de su construcción a la perfección para determinar primero donde estaba el señor Guzmán, y después la forma en que le facilitarían la huida. La paciencia para la construcción y el costo resultó nimio para un hombre poderoso, poseedor de más de mil millones de dólares según la revista Forbes, y decidido a recuperar su libertad y sabedor que con ello se tendrá que enfrentar a un aparato de seguridad del Estado Mexicano, bastante disminuido por cierto, y también muy ineficiente. El que en su momento fue el hombre mas buscado del mundo volverá a adquirir su estatus, pero el Presidente Peña Nieto tendrá que nombrar a un nuevo titular de gobernación, y seguramente será Luis Miranda. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.