Quien fuera el hombre el más buscado del mundo y considerado uno de los bandidos más épicos y escurridizos, logró fugarse de uno de los penales de mayor seguridad en el país, de esos que se dicen de alta seguridad, como si los otros
fueran de baja seguridad. Así funciona el defectuoso sistema penitenciario de este país que ni siquiera es depositario de la penitencia de la pena, mucho menos de la redención y escasamente de la readaptación. No se si el señor Guzmán Loera tenga la capacidad económica que se le adjudica y el inmenso poder del que tanto se habla en los corrillos policiales, e incluso en los medios masivos de comunicación, pero de lo que si podemos estar seguros es de que sus recursos son amplios y variados.
La fuga demuestra que en México los penales que se dicen seguros no tienen nada de eso, y que al parecer la corrupción sigue siendo la constante. Por otra parte, tampoco podemos afirmar que los miembros del sistema penitenciario del país sean incorruptibles porque correríamos el riesgo de quedar en ridículo. El problema es que y también se liga a la extrema corrupción que existe en el ámbito de la impartición de justicia, donde jueces y magistrados tienen por norma la conveniencia antes que la aplicación estricta de la norma jurídica. Independientemente de todo lo anterior, este evento marcará el antes y el después en el gobierno de Enrique Peña Nieto, y tendrá severas repercusiones en todos los ámbitos de la vida de este país. Hasta ahora el señor Guzmán Loera ha sido el bandido del que mayores y fantasiosas historias se han contado, y parece que la realidad nos alcanzó.
Un túnel de esa distancia y con la precisión de alta ingeniería como fue construido habla de que quienes lo planearon, diseñaron, midieron, y construyeron no son simples testaferros del capo, sino ingenieros de alta especialidad y con un enorme despliegue de recursos técnicos para formar y conformar uno de los planes más exitosos de la historia carcelaria de este país y del mundo. Creo que el operativo comenzó en el momento mismo de su captura. La otra hipótesis indica que el señor Guzmán pudo haber salido por la puerta del penal como sucediera recién iniciado el sexenio de Vicente Fox Quesada. De confirmarse esto, a causa de las posiciones encontradas entre los diversos especialistas, incrédulos unos y escépticos los demás, las cosas no pintaran bien para el gobierno del señor Peña Nieto.
Atrás quedó la épica hazaña realizada por Joel David Kaplan y su fuga en un helicóptero del penal de Lecumberri el 18 de agosto de 1971, e incluso la fuga del propio "Chapo Guzmán" cuando apenas iniciaba el gobierno de Vicente Fox. La renuncia de Miguel Ángel Osorio Chong esta cantada desde el momento en que el mismo Presidente de la República lo responsabilizó de la vigilancia del señor Guzmán Loera ante las cámaras de Univisión. Lo deseable es su reaprehensión, pero por la forma en que ocurrieron las cosas será muy difícil. La pregunta que todos nos hacemos es: ¿y ahora quien sigue? Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.