En la Ciudad de México ocurren cosas que en la mayor parte de las veces resultan inexplicables. Por principio de cuentas me gustaría dejar asentado que no debe ser fácil gobernar a una ciudad de esta magnitud, y mucho
manos administrarla con tantas carencias en cada una de sus latitudes. Pero también tengo que señalar de forma muy respetuosa, que quienes se postulan para gobernarla saben a lo que van, y desde ese punto de vista no existe ni debe existir un pretexto válido para no hacer la tarea que les encomienda el encargo. Postularse a una candidatura de una ciudad como la Capital de la República no debe ser fácil, y mucho menos ganarla porque ello implica un brutal compromiso y una estrategia muy costosa para hacer campaña. No se trata de ganar y echarse a la hamaca como se dice por ahí, sino cumplir desde el mismo día del inicio hasta el ultimo del encargo.
Tuvieron que pasar cuatro meses y doce días para que la normalidad regresara a la zona donde se ubica la Secretaría de Gobernación. Los integrantes del Movimiento Antorchista, liderados por Aquiles Córdova Moran, que se ha significado como uno de los mejores negocios del país, y que por cierto milita en el Partido Revolucionario Institucional, se retiraron con el argumento de "atender" la petición que les hicieran los residentes del lugar. Para que esto fuera posible tuvieron que enviar una carta al titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para exigirle que realizara "las acciones necesarias" para retirarlos. Bastaron solamente tres horas para que desaparecieran las carpas, lonas, cobertores, sillas, y todo lo necesario para sostener el campamento durante tanto tiempo.
Finalmente se fueron de forma voluntaria, y hay que señalar que la Secretaría de Gobernación no cuenta con facultades para desalojarlos ya que es un territorio bajo la jurisdicción del Gobierno del Distrito Federal. Pero la tónica ha sido dejar hacer y dejar pasar cuando de protestar contra el Gobierno Federal se trata. Bucareli, el Monumento a la Revolución y la Avenida Reforma en las inmediaciones de Chivatito, se han convertido en santuarios de las protestas. En algunas ocasiones, y para que los grupos que protestan contra el Gobierno Federal, se les han colocado sanitarios frente a la zona hotelera mas cara del país.
La razón es que el Gobierno de la Ciudad de México ha abdicado de su obligación de mantener el orden porque así conviene al partido en el poder buscando que exista una diferenciación y que el desgaste lo asuma la Federación. Lo que no entienden es que quienes padecen los daños de forma directa son quienes aquí tributan, y eso será tomado en cuenta en la siguiente elección. Las zonas del desgobierno están muy identificadas, y no es mas que una abdicación de la responsabilidad de aquel a quien elegimos para conducir la administración central, y no para hacer distingos políticos no establecidos en el Estatuto de Gobierno. Por mucho que así se quiera aparentar, esa no es la forma de hacer política que deseamos los mexicanos. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.