Durante muchos años las izquierdas se mantuvieron en el clandestinaje a causa de los agravios cometidos por aquellos que surgieron como un partido de corte socialista, y que al cabo del tiempo se fueron adentrando en una derecha de
corte dictatorial que solamente aceptaba movimientos y partidos afines al proyecto surgido de la Revolución Mexicana. Las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta, fueron prodigas en purgas y enfrentamientos, unos por emerger, y otros por evitarlo. Los excesos, hay que decirlo, estuvieron del lado de la autoridad, aunque tampoco el camino de las armas era la mejor opción para quienes se consideraron con derechos para atacar a las instituciones del Estado. En el pecado, llevaron la penitencia, porque antes que intentar una reforma política prefirieron la confrontación. Tendría que ser el mayor ideólogo que ha tenido el PRI, Jesús Reyes Heroles, quien impulsaría la reforma de 1977 para sacar del clandestinaje a los grupos beligerantes.
Después de eso recomienza la historia, pero esas izquierdas se dividieron y no alcanzaron a consolidarse porque sus miembros probaron las mieles del poder y decidieron hacer eso que criticaron tantos años. Ahora las izquierdas de este país se han dispersado a causa de sus encontrados intereses y porque sus liderazgos mas que buscar la cohesión se dedicaron a la reyerta y a medrar en los cargos públicos. Cuando Den Xiao Ping visitó Corea del Sur entendió lo que necesitaba iniciar en China, y cuando regreso dijo a los viejos camaradas maoístas que lo habían acompañado en la larga marcha: "la verdad es que enriquecerse es glorioso".
Eso es lo que han hecho los ahora acaudalados liderazgos de la izquierda mexicana. Aunque también hay que decir que entendieron mal el mensaje de Xiao Ping, porque él se refería a China, nación que de ese momento a la fecha ha logrado sacar a más de quinientos millones de habitantes de la pobreza, y es la segunda economía más grande del mundo. Esa tremenda voracidad mostrada y demostrada en el ejercicio de gobierno es la que los tiene y mantiene al borde del colapso. México necesita una izquierda profesional y propositiva que genere e impulse verdaderos proyectos de alto contenido social, y que entienda que nadie por sí solo podrá alcanzar lo que necesitamos todos.
La muestra más palpable de esa mendicidad a la que me refiero fue la negativa de Andrés Manuel López Obrador de sumarse a la propuesta del Gobernador Electo de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, para caminar juntos. Sin lugar a dudas el señor López está condenado a quedarse sólo porque lo que quiere y requiere es dinero para su proyecto personal. Dos prestigiados jóvenes quieren dirigir al PRD: Fernando Belaunzarán y Armando Ríos Piter. El primero es mas recordado por pretender la legalización de la marihuana desde hace varios años. Armando Ríos Piter es uno de los mejores parlamentarios que tiene el PRD, y hasta ahora se ha distinguido por su cercanía con la gente y el respeto que ha construido por la congruencia de sus actos. México necesita una izquierda profesional, y el PRD necesita un liderazgo que prestigie al partido. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.