Los políticos de este país tienen una visión de corto plazo que nos tiene emproblemados a todos los mexicanos. Y no es que no exista la preparación adecuada entre ellos, simplemente es que colocan por encima de los intereses
superiores de la nación, los intereses de su partido, de su grupo, o bien de la mafia a la que responden. Por eso tenemos una política tan pobre, porque las decisiones no se toman en el debate de las ideas, sino en la conveniencia de los grupos políticos, y eso quiere decir que cuando ellos llegan a algún cargo lo que menos les importa es la gente que los voto, los eligió, o los encumbró.
A partir de entonces lo único que vale es lo que decidan los líderes de los grupos políticos, los gobernantes de su partido, o bien los que encabezan las mafias del poder como les llamara aquel que encabezó una de las más grandes y ricas de todo el país, y que ahora anuncia que cada representante tiene que entregar la mitad de su salario para hacer universidades. Si estas van a ser como la Universidad e la Ciudad de México, de donde cada egresado nos cuesta once millones de pesos, Dios nos libre.
Rosario Robles Berlanga es un mujer que durante toda su vida se ha distinguido por afrontar problemas de forma estoica, aunque ello le signifique tener que aguantar diatribas y agresiones verbales. Pese a ello ha aprendido a mantener relaciones de amistad con hombres y mujeres de distintos partidos y corrientes ideológicas. No ha sido monedita de oro como dicen por ahí, pero ha sabido sobreponerse a los avatares propios de la política, y reinventarse cada vez que se lo han exigido las circunstancias. También ha mantenido la serenidad cuando la ingratitud humana le ha vuelto la espalda. El caso más emblemático de esa inquina es Andrés Manuel López Obrador, que sin su ayuda no hubiera alcanzado la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. No tan solo la denostó, la alejó de esa izquierda en la que militó toda su vida. Pese a eso siguió adelante y ahora realiza una labor que ha sido reconocida por tirios y troyanos en la Secretaría de Desarrollo Social.
La Señora Robles compareció ante los integrantes de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para explicar los alcances de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, pero mas que recibir reconocimientos a su trabajo, lo que se presentó fue una serie de agresiones verbales fuera de contexto, y acusaciones de ineficiencia de parte de los miembros de esa izquierda que cada día muestran y demuestran una brutal carencia de probidad, profesionalismo y decencia. La Cruzada Nacional Contra el Hambre sacó a más de cuatro millones de personas de vivir en la precariedad alimentaria. Tan exitoso ha sido el programa, que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura hizo un reconocimiento al gobierno mexicano por el éxito que ha tenido. Pero eso poco importa a quienes solamente tienen como razón de sus diatribas y denostaciones a la sinrazón. Si esa es la izquierda que pretende reformarse para evitar sucumbir ante las andanadas de su anterior prócer, el camino que eligieron parece la segura extinción. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.