Las izquierdas de este país tuvieron que sortear muchos avatares para llegar a la legalidad. Después de la huelga ferrocarrilera encabezada por Demetrio Vallejo a fines de los años cincuenta, lo que le granjeó una reclusión de diez años en el
Palacio Negro de Lecumberri, las cosas se tensaron y las facciones beligerantes comenzaron a ser perseguidas y algunas hasta llegar al exterminio. El episodio de la llamada "Guerra Sucia" de finales de los sesenta y principios de los setenta marco el camino de muchas organizaciones que pasaron al clandestinaje. Infinidad de desaparecidos, pero al cabo de los meses y los años se logró la llegada a la institucionalidad. Seria Jesús Reyes Heroles quien instrumentara desde la Secretaría de Gobernación la Ley de Organizaciones y Procesos Electorales, que hizo emerger a esas fuerzas políticas que se mantuvieron ocultas.
Las izquierdas resultaron necesarias para complementar esa democracia que ahora disfrutamos y vivimos. La institucionalidad nos permitió alcanzar la plenitud, pero lamentablemente no ha resuelto nuestros problemas. El problema ahora es que hace mucho tiempo que el Partido de la Revolución Democrática extravió el rumbo. Para ser más preciso, todo comenzó a derrumbarse con la llegada de "Los Chuchos" a la Dirigencia nacional. Aunque a ellos, que siguen siendo la corriente más importante y numerosa, y por ello dominante, poco les importa esa circunstancia porque supieron aplicar aquello de que "El fin justifica los medios", que muchos señalan como la identidad de Nicolás Maquiavelo en su obra "El Príncipe".
Como haya sido, lo cierto es que cuando esta corriente encabezada por Jesús Ortega y Jesús Zambrano se apoderó de las estructuras, la izquierda se difuminó y dejó de parecerse a las necesidades de la gente, utilizando las estructuras de poder para acumular riqueza encabezando los graves procesos de corrupción que se presentaron en el país los últimos diez años. El PRD busca dirigente, y son varios los que han levantado la mano, entre ellos tres jóvenes interesantes como Armando Ríos Piter, Zoé Robledo y Fernando Belaunzarán. Pero en esa tónica de la recomposición por conveniencia que han adoptado siempre, ahora resulta que un externo ha levantado también la mano, y por consejo de no sabemos quien, se afilió para tener derechos plenos.
Agustin Basave tiene fama de intelectual, aunque en lo personal me parece que esa peculiaridad es algo que le queda grande. Y no es que tenga yo algo en contra del señor Basave, pero si en contra de "Los Chuchos" que ya manifestaron su apoyo para el neolonés siguiendo esa línea de incongruente conveniencia que siempre los ha distinguido. Si de alguien se han quejado la mayor parte de los fundadores del partido fue de Carlos Salinas de Gortari. Y quien se convirtió en el ideólogo del "salinismo" para justificar públicamente el neoliberalismo fue el propio Agustín Basave, cuando intentaba discursivamente hacerlo aparecer como "Liberalismo Social". Que pena para la izquierda mexicana que quien engañaba discursivamente por mandato de Salinas de Gortari, sea ahora quien intente dirigir al PRD. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.