Si algo podemos afirmar es que en México existen muchos hombres y mujeres que se han dedicado a la política, y los hay de todos los colores, olores, origines y hasta preferencias sexuales. Ejemplares diversos pertenecen a ese universo sagrado de la política, pero pocos se distinguen por su habilidad para permanecer mucho tiempo con éxito en la mente de los electores, pero existe uno que hasta ahora ha demostrado que puede y quiere seguir reinventándose.
Quien haya pensado que después del infarto Andrés Manuel López Obrador abandonaría las lides políticas, no conoce su naturaleza o no sabe de lo que es capaz. Si de algo podemos estar seguros es que hace política, respira política, piensa política, come política, duerme política y sueña política. Para decirlo de otra forma, es un "zoon politikon" las 24 horas del día. Al señor López lo hemos criticado por sus excesos verbales, por su talante autoritario, por su exacerbado populismo, por su habilidad para disponer de los recursos públicos, por realizar obras suntuosas, por diseñar programas electoreros de apoyo a las clases marginadas, por la realización de negocios al amparo del poder, y por muchas otras cosas más. Pero también hay que decir que ahí sigue, haciendo lo que sabe hacer, y tan campante como siempre.
Aunque a muchos no les guste, es un hombre que ha sabido inventarse, administrarse, reinventarse, y cuando lo han dado por muerto, surge de la nada y sigue haciendo política. PRI, PRD, PT, PANAL, Convergencia, Movimiento Ciudadano, y ahora Movimiento de Regeneración Nacional, han sido las siglas que ha utilizado, y no creo que en este país haya alguien que haya hecho algo similar. Cuando el Instituto Nacional Electoral le quitó a Morena las candidaturas de David Monreal Ávila en Zacatecas y Guillermo Fabela Quiñones en Durango, fue el propio Andrés Manuel quien anunció el retiro de todas las candidaturas de su partido si no regresaban el registro de Monreal y Fabela. Fue el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quien le enmendó la plana al INE, y el ganador fue el señor López.
Y no es que tenga ascendencia sobre los juzgadores, simplemente es que sabía que había sido un exceso de las huestes del señor Córdoba Vianello. López Obrador ha ganado todas las batallas desde que formó Morena, y no puede ser descartado en la contienda presidencial del 2018. Ha sabido reinventarse tantas veces como ha sido necesario. Ha ganado en todas las ocasiones, pero ha perdido la Presidencia de la Republica dos veces. Esta vez irá con todo, y construirá sus posibilidades, de eso no hay duda. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.