Muchos negocios se realizan al amparo del poder y en la mayor parte de las veces las cosas pasan o desapercibidas o simplemente es que los gobernantes de este país se han vuelto harto cínicos. Hay cosas que se hacen y otras que no se hacen que pueden resultar redituables para quienes encabezan los gobiernos de todas las latitudes del país, pero el momento que estamos viviendo es uno de los más cínicos de que tengamos memoria.
No sé si él señor Miguel Ángel Mancera Espinoza sepa que para aspirar a una candidatura lo que menos se debe tener es “cola que le pisen”. Y no es que me atreva a pensar y mucho menos a señalar que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México se está dedicando a estructurar una campaña de recolección de fondos como ocurre en Estados Unidos, porque en México eso está prohibido. Los medios de comunicación reseñaron en días pasados que la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal compró, por adjudicación directa, medio millón de alarmas vecinales que le costaron dos mil millones trescientos dieciocho mil pesos, lo que equivale a cuatro mil pesos cada una. Una investigación demostró que en el mercado normal dichos implementos no superan el valor de mil pesos. Quien las adquirió tuvo una ganancia cercana a los mil quinientos millones de pesos.
También se compraron 154 camiones recolectores de basura con un sobreprecio del cuarenta por ciento, lo que quiere decir que la utilidad neta para quien los compró fue de un millón ciento veintiocho mil pesos por unidad, por lo que el total de la utilidad fue de ciento setenta y tres millones setecientos doce mil pesos contantes y sonantes. Esto quiere decir que solamente en estos dos conjuntos de adquisiciones hubo una utilidad neta de mil seiscientos setenta y tres millones de pesos. El señor Miguel Ángel Mancera Espinoza ha manifestado en diversas ocasiones que si le interesa ser candidato presidencial en el 2018, y por el momento intenta venderle a Isaías González, líder de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, su proyecto de incremento del salario mínimo para resarcir el poder adquisitivo a los deciles más bajos de la población.
Pero regresando a las aspiraciones del señor Mancera, para hacer una precampaña presidencial se requiere de mucho dinero, por eso en Estados Unidos se permite a los precandidatos y candidatos estructurar una oficina de recaudación de fondos para pagar los gastos de promoción. En el Gobierno del Distrito Federal alguien está haciéndose muy rico mientras el señor Mancera trabaja para darle claridad a su proyecto personal. ¿O es que ambas cosas son una sola? No es que sea mal pensado, pero por ahí dicen que “"puede ser junto con pegado”. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.