Andrés Manuel López Obrador sigue haciendo de las suyas sin que nadie ose detenerlo.
Y no es que sea un peligro para México, pero si como miente piensa gobernar, las cosas se pondrán muy difíciles en los siguientes años. Para decirlo claro, el tabasqueño ha venido utilizando la insidia para sembrar el odio entre sus correligionarios y asumirse como el “desvalido” por el presunto fraude que ahora cometieron los priistas en la elección para gobernador del Estado de México.
Insidia significa el engaño oculto o disimulado para perjudicar a alguien, y en esta ocasión lo que en realidad busca el señor López Obrador es beneficiarse con la estratagema de un fraude no demostrado y que pretende colocar en el imaginario colectivo, sembrando dudas entre los mexicanos sin aportar pruebas que confirmen su teoría del fraude electoral. El daño que ocasiona a la democracia de este país es brutal, pero poco le importa porque “el fin justifica los medios”.
La mentira se ha vuelto la identidad del tabasqueño, pero los mexicanos estamos comenzando a entender lo que seguramente ocurrirá el año venidero una vez agotada la jornada en que los mexicanos elegiremos al siguiente presidente de la República. La forma tan burda en que miente solamente tendrá como resultado la profundización del odio entre los mexicanos, y desde luego que quien más pierde en esa circunstancia es el propio Andrés Manuel.
El lunes pasado subió a las redes sociales un nuevo video en el que realiza una interpretación personal de lo que piensa ocurrió el día de la pasada jornada electoral, mostrando números no oficiales y sacando conclusiones que solamente caben en su propósito de mostrar una realidad distinta a la ocurrida en la jornada electoral de la que salió triunfador Alfredo del Mazo. Claro está que el escaso margen entre el señor Del Mazo y la señora Delfina Gómez es el principal ingrediente para buscar que la gente crea en sus conclusiones.
Ahora se dedicó a grabar videos de personas que señalan haber visto la forma en que los operadores del equipo del señor Del Mazo y del Partido Revolucionario Institucional estuvieron entregando despensas, y todo tipo de tarjetas para que los mexiquenses cambiaran el sentido de su voto y se alejaran de otorgárselo a Delfina Gómez, a quien por cierto ya envió a realizar una desangelada marcha de protesta.
El señor López Obrador sabe que perdió la votación porque la gente no votó por Delfina, pero necesita un referente que pueda utilizar ante la eventualidad de que no le favorezca en la elección presidencial de 2018, porque sabe que no tendrá otra oportunidad de competir y quedará registrado en la historia del país como el candidato que perdió tres veces. Sin lugar a dudas, se ha convertido en un especialista de la victimización, pero las elecciones se ganan con votos y no con conflictos poselectorales. Al tiempo.
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