Hasta ahora no logro desentrañar el misterio de lo que significa la tan llevada y traída “cuarta transformación”, aunque tampoco es algo de lo que tenga que
preocuparme, porque de todas las cosas que nos ha señalado Andrés Manuel López Obrador que ocurrirán en los siguientes años, en la mayor parte de las veces quienes las encabezarán son los mismos sujetos que en el pasado reciente han dado muestra de que sus principales tareas son el acumulamiento de riqueza y la generación del desastre administrativo en las estructuras de gobierno.
El coordinador del grupo parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional en el Senado de la Republica, Mario Delgado, señaló que los actos de corrupción mancharon a la institución presidencial, por lo que dejan la casa muy sucia, por más que la pinten de blanco. Para ser más preciso, señaló que Enrique Peña Nieto y el Partido Revolucionario Institucional dejan el país en ruinas. También afirmó que “se necesita muy poca vergüenza para decir que por décadas han servido al país, cuando se han servido del país y lo han saqueado”.
Francamente desconozco la mosca que le haya picado al respetable senador don Mario Delgado, porque para hablar de la vergüenza de los demás se requiere contar con un pasado reciente muy limpio, y que yo sepa el suyo está bastante manchado por la forma en que manejó la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal durante el sexenio de Marcelo Ebrard Casaubón, donde las “cosas malas” ocurrían una vez sí todos los días, y muchas también en todos los años que estuvo al frente.
No sé si el señor senador Mario Delgado recuerde el incidente de la construcción de la Línea 12 del Metro, y de la cual él fue responsable de la planeacion financiera y estructuración presupuestaria. Por cierto, hasta ahora los mexicanos nunca nos hemos enterado bien a bien cuánto fue el monto total de lo gastado porque las cifras se ocultaron, y eso habla de la poca vocación por la transparencia del ahora “empoderado” senador Mario Delgado.
Las investigaciones realizadas por algunos especialistas financieros, porque hasta ahora los datos siguen reservados por disposición del ahora señor senador Delgado, indican que en la construcción de dicha línea, que todavía no ha sido reparada por falta de recursos, hubo un quebranto patrimonial de más de 35 mil millones de pesos instrumentado por quien ahora pretende convertirse en el paladín de la decencia, y su jefe de toda la vida, Marcelo Ebrard Casaubón. El señor Ebrard se fue a vivir a todo lujo a Francia, y solamente tuvo el valor de regresar hasta que conoció el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, y claro está que su destino será una de las carteras más preciadas del esquema gubernativo mexicano. Al parecer el presidente electo está dispuesto a perdonar el pasado corrupto de Mario Delgado y de Marcelo Ebrard. A ellos se suman Napoleón Gómez Urrutia, Nestora Salgado, Dolores Padierna, y muchos otros más. ¿Será esta la cuarta transformación? Al tiempo.