Dícese, asiéntase o defínese en el Diccionario De La Lengua Española, que la palabra “recular” significa andar hacia atrás, o ceder una persona en su expresión
o dictamen. Y eso fue exactamente lo que le ocurrió al Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, con sus declaraciones vertidas en días pasados acerca del estado que guarda la nación, donde utilizó el término “bancarrota” para describir la circunstancia económica y el estado de las finanzas gubernamentales.
De cualquier forma el término resultó inapropiado y tuvo que realizar una aclaración pública. Textualmente señaló que ofreció disculpas si “”están enojados por utilizar el término bancarrota”, aunque también aseguró que el país se encuentra en una crisis económica. Claro que fue una declaración desafortunada, porque cualquier mexicano sabe que tenemos problemas de índole monetario en el país desde hace muchos años, pero eso no quiere decir que estemos en bancarrota, cuyo verdadero significado es “”el hundimiento económico o la falta de recursos de un Estado o Administración”
Por ello resulta extraño que un presidente electo haga una referencia de este tipo, sobre todo porque cualquiera supondría que a estas alturas ya debe conocer a profundidad el monto de las rentas recaudadas para estructurar el presupuesto con que iniciará su gobierno, la posibilidad y capacidad de endeudamiento con que cuenta el país, y la forma de satisfacer los requerimientos prioritarios que requiere para el inicio del proyecto de nación que pretende instrumentar.
México tiene varios años en crisis y hasta ahora ha sido sorteada con relativa tranquilidad, aunque a muchos no les parezca esta afirmación. Nuestra realidad indica que no tenemos los problemas que enfrentan algunos países del Continente que desde hace tiempo experimentan una regresión en las finanzas públicas que incluso ha propiciado que familias enteras opten por la migración ante la carencia de oportunidades en algunos países del sur del Continente.
El caso de Venezuela es paradigmático por el mal gobierno populista que encabeza Nicolas Maduro quien está empecinado en mantenerse en el poder aunque gran parte de su pueblo se muera de hambre. Claro está que él puede darse el lujo de asistir a uno de los restaurantes más caros del mundo acompañado por su esposa Cilia Flores, y disfrutar de una de las comidas más ostentosas porque es el propio Chef y dueño quién corta las costillas para darle gusto al mandatario que tiene a su pueblo al borde del hambre.
Dicen por ahí que es de sabios rectificar, y que bueno que Andrés Manuel López Obrador haya aceptado que México no está en bancarrota. Pero también tenemos que reconocer que no está en las mejores condiciones económicas desde hace varios años, y que hasta ahora hemos sido ineficientes para generar oportunidades a los deciles más bajos de la población. Por lo pronto el Presidente Electo reculó estratégicamente, ahora esperemos que anuncie el programa para sacarlos adelante. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.