No sé qué pensarán los mexicanos de todas las latitudes acerca de los desplantes del respetabilísimo señor Don
Ignacio “Paco”Taibo, quien últimamente le ha dado por utilizar un lenguaje de carretonero. No sé si lo hace para hacerse el chistoso, para demostrar que puede hacer lo que le venga en gana con la cultura mexicana, aunque sea extranjero naturalizado, o para demostrarle a los mexicanos que los nacidos fuera de México y avecindados en este país, que los recibió con los brazos abiertos, son ahora superiores por mandato del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
En lo personal, desconozco las intenciones que tenga el señor “Paco” Ignacio Taibo II, aunque aquel dicho de que nunca segundas partes fueron buenas siga estando vigente. Qué bueno que decidió abrazar la carrera de escritor, porque en México vivimos en un régimen de libertades y cada quien puede dedicarse a lo que le venga en gana. En lo personal no tengo el gusto por su obra escrita, que no literaria, porque le hace falta mucho para alcanzar el grado de literato, y hasta ahora no pasa de ser un simple hombre que sabe escribir, pero en mi particular punto de vista, dice muchas idioteces.
Y mire, cuando alguien dice idioteces, es que de alguna u otra forma es un idiota. Aunque hay que aclarar que no pasa de ser un idiota de quinta categoría, porque hasta para ser de primera se necesita lo que no tiene, porque dista mucho de lo que hacía su padre. Y como dicen por ahí, nunca las segundas partes fueron buenas. A mí me cayo gordo desde que amenazó con colocar a cinco millones de personas frente al Congreso para obligar a los diputados a legislar como se le pegue la gana al señor López Obrador, pero de premio por esa hazaña ahora lo pusieron al frente del Fondo de Cultura Económica.
No sé si para alcanzar ese cargo se tenga que ser un idiota, porque solamente un idiota puede decir lo que señaló en la Feria Internacional del Libro que se lleva a cabo en Guadalajara. Para que usted
lo sepa, textualmente se permitió afirmar “se las metimos doblada”, y lo hizo para que los mexicanos nos enteráramos de la ruta legal para alcanzar las modificaciones para que este sujeto pudiera detentar ese cargo, porque no es mexicano por nacimiento.
También señaló que el 3 de diciembre asumirá como encargado del despacho del Fondo de Cultura Económica mediante un edicto de Andrés Manuel López Obrador, y claro está que aclaró que no es amigo del ahora presidente electo, pero que está calificado para dirigir a la institución encargada de divulgar la cultura en el país. Más adelante intentó recomponer señalando “me pase de lepero, pero si algo conquistamos este último julio, es el derecho a llamar a las cosas por su nombre”.
Los ladrones, ladrones, los traidores, traidores, los enmascarados, enmascarados, y los culeros, culeros”. Por lo menos lenguaje y claridad, remató.
Por lo pronto, lo único que puedo decir es que el señor Paco Ignacio Taibo II, es un pendejo, porque si habla de quee hay que llamar a las cosas por su nombre, para mí es un pobre pendejo.
No sé a quién se la haya metido doblada, pero si algo tiene que respetar es a quien lo parió, y me imagino que debió haber sido una mujer, y sólo por ese simple hecho debiera tener un poco de decencia, pero pudo más el grado de estupidez que se carga.
No lo conozco en persona, y creo que si llegara a conocerlo vomitaría del asco que me provoca un idiota de este tipo, por muy intelectualillo que sea. Gracias, señor López Obrador, por hacer funcionario
a un idiota que se hace el gracioso ofendiendo a los mexicanos por nacimiento.
Al tiempo.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.