Sin lugar a dudas, Enrique Alfaro es un tipo osado que no se arredra ante nada, y menos ante quien por ahora
conduce los destinos y los desatinos del país.
Y no es que en lo personal me guste lo que ocurre en México desde que Andrés Manuel López Obrador alcanzó el triunfo en la elección presidencial, por el contrario, creo que las propias instituciones están padeciendo un terrible erosionamiento en su operación a causa de la indecisión de los principales funcionarios públicos, y la forma de concebir el acto de gobierno por esa ensoberbecida mayoría parlamentaria.
Pero también hay que señalar que, ante la poca capacidad de interlocución, o de peso político de muchos de los mandatarios del país, hay quienes por su tozudez y su carácter están saliendo al paso de la circunstancia en que ahora se desarrolla el ejercicio de gobierno, y eso quiere decir que ante el pretendido avasallamiento de la mayoría morenista en las Cámaras de Diputados y Senadores, tendrán que ser los gobernadores quienes se responsabilicen del destino de sus entidades frente a una Federación que hasta el momento busca lucir imbatible.
Los integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional confían plenamente en sus mayorías en ambas cámaras y se han olvidado de hacer política, por lo que los estados del país tendrán que entender que si no realizan un frente con la fortaleza suficiente para evitar ese avasallamiento al que caminan irremediablemente, serán sometidos a la más ignominiosa de las dictaduras, aunque también hay que señalar que dos de los gobernadores han lanzado la advertencia de que el pacto federal pudiera romperse.
Andrés Manuel López Obrador deberá tener mucho cuidado con los excesos de sus principales operadores porque pese a la abrumadora mayoría, cualquier intento de avasallamiento pudiera desencadenar esa ruptura del pacto federal a la que muchos se han referido.
Las estúpidas advertencias de Felix Salgado Macedonio de desaparecer poderes muestra la ignorancia supina de los legisladores, y la carencia de oficio político para entablar una negociación que pueda llevar a buen puerto las reformas que necesita el Presidente de la República.
Los morenistas debieran entender y comprender que México sigue siendo un país conformado por un pacto federal en el que los Estados son libres y soberanos, y cualquiera de ellos podría en un momento determinado decidir su separación de la Federación antes que permitir los excesos de la mayoría absoluta. Enrique Alfaro y Javier Corral Jurado han mostrado y demostrado que no les falta el valor para enfrentar y confrontar los posibles actos dictatoriales de la mayoría parlamentaria.
Héctor Astudillo tuvo el valor de hacer un reclamo al Presidente de la República por la encerrona que le preparo en Tlapa de Comonfort el Delegado General, Pablo Almicar Sandoval, y quien al parecer no termina de asimilar la derrota electoral que el propio Astudillo le propinó hace tres años.eguir estirando la liga puede provocar el rompimiento del pacto federal, y lo debiera entender el propio Andrés Manuel López Obrador. Seguramente las advertencias de Javier Corral Jurado y Enrique Alfaro propiciarán la conformación de un bloque opositor, y el rompimiento del pacto federal pudiera ser propiciado por quienes desde la Federación siguen cometiendo excesos.
Al tiempo.
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