Mire, como dicen por ahí, en todos lados se cuecen habas, y más en el mundo de los
negocios donde siempre se busca ganar ganar, aunque se utilicen Prácticas deleznables y hasta prohibidas por la legislación Mexicana. Le voy a comentar una de esas truculencias encabezada por el Grupo Cementero Chihuahua, cuyos directivos buscan evadir la orden de un juez para pagar una multa millonaria, aunque por la tardanza la deuda sigue creciendo desmesuradamente a causa de las apelaciones que ha promovido su departamento jurídico. Pero como dicen por ahí, le saldrá más caro el caldo que las albóndigas porque terminará por pagar o será embargada.
Le platico la historia, la Compañía de Inversiones Mercantiles, mejor conocida como CIMSA, firma de origen boliviano, y Grupo Cementero Chihuahua, firmaron un contrato de asociación en el año de 2005, y acordaron que sería a través de un arbitraje como se dirimirían las posibles controversias que se presentasen. Y fue en Estados Unidos donde se llevaron a cabo las negociaciones de dicha asociación con el Grupo Cementos de Chihuahua, a decir de su propietario Samuel Doria Medina, porque además las transacciones se hicieron en bancos norteamericanos.
El incumplimiento del que se acusa a la firma Mexicana es por haber vendido sus acciones a empresarios peruanos sin el consentimiento de CIMSA y sin haber puesto a disposición de su socio bolivariano la oferta en primer lugar, como estaba especificado en el contrato. Al momento de firmar su asociación en 2005, ambas partes ambas partes acordaron que sería a través de un arbitraje como se dirimirían las controversias que se presentasen. Para decirlo más claro, en Estados Unidos se llevaron a cabo la negociaciones y las transacciones, de ahí que haya sido una Corte Federal de Colorado quien dictaminará la competencia
Cementos de a Chihuahua se encuentra en un momento crucial, o paga a su ex socia boliviana Compañía de Inversiones Mercantiles CIMSA, la cantidad de treinta y seis millones de dólares, más los intereses, que a la fecha hacen un total de cuarenta y seis millones de dólares, o corre el peligro de que le embarguen los bienes con que cuenta en Estados Unidos, entre los que se encuentran una planta de cemento y otra de hormigón, y hay que decir que sea cifra fue el resultado del fallo que el Tribunal de la Comisión interamericana de Arbitraje Comercial diera en Nueva York, siendo ratificado por un juez de Colorado.
Hay que señalar que ambas partes al momento de firmar su asociación en el año de 2005 acordaron que sería a través de un arbitraje como se dirimirían las cuestiones que se presentasen. Pero como si no hubiera incumplido con su contrato de asociación, hoy el Grupo Cementos de Chihuahua pretende aplazar el laudo interponiendo una apelación al dictamen del juez, sin embargo, para su propietario y representante Manuel Milan Reyes, ese ardid solamente le permitirá ganar tiempo y aumentar los gastos y costas del juicio, además de los intereses sobe la suma inicial.
Este tipo de truculencias, las practicadas por Manuel Milan Reyes, lo único que busca es alargar el conflicto para seguramente intentar un recurso de quiebra fraudulenta. De intentarlo seguramente obtendrá como respuesta la aplicación estricta de la ley, y eso significa un posible embargo en todos sus bienes, o el pago con cárcel por los daños ocasionados. México es un país de leyes, y las autoridad es las tienen que aplicar, y empresarios como Manuel Milan Reyes tiene que encontrar su Merecido.
Foto: Internet
Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.