EL QUE SE RÍE… SE LLEVA

Sin lugar a dudas el Presidente de la Republica es un hombre singular. Hasta ahora

 lo que más ha mostrado y demostrado es que tiene para dar y repartir en eso de criticar a los demás y presuntamente ponerlos en su lugar. Pero debiera pensar que una cosa es la dignidad personal y otra la dignidad del poder. Para decirlo de otra forma, hasta ahora lo que ha mostrado el señor López Obrador con sus excesos verbales es que en lugar de parecerse a los grandes estadistas se parece a un vendedor de artículos piratas en Tepito.


Desconozco cual quiere ser el papel que se le asigne en la historia de este país al tabasqueño, porque no basta haber llegado a la Presidencia de la Republica si será recordado como el mandatario con más fracasos que aciertos. Y lo digo con toda responsabilidad, porque hasta ahora el piensa que efectivamente está haciendo historia, y tiene razón, pero eso no lo blinda de los dicterios que recibirá una vez que deje el poder porque en ese momento es cuando se comenzará a escribir la historia de la que se hablara y escribirá durante mucho tiempo.


Eso mismo debiera pensar el actual Vocero Presidencial, Don Jesus Ramírez Cuevas, porque esto termina en menos de cinco años y ya tiene muchos enemigos que estarán deseosos de cobrarle las afrentas una vez que se vaya de la Dirección General de Comunicación Social de la Presidencia de la Republica. Hasta ahora muchos se la están guardando, porque sacar la cabeza en estas condiciones pudiera resultar caro para esos hombres y mujeres que escogieron pertenecer a la mejor profesión del mundo, el periodismo.


Y no tan solo tendrá problemas entre sus compañeros periodistas, también con algunos empresarios a los que ha utilizado y amenazado para que se sujeten a la política de comunicación que quiere el señor López Obrador, con lo que ha violado reiteradamente esa condición constitucional que tiene la Libertad de Expresión. Y lo más grave es que amenazó a muchos, y la mayor parte de ellos tuvieron que prescindir de mucha gente y dejar de lado muchos proyectos comunicativos, es decir, los hizo perder dinero, y eso les duele mucho más que otra cosa.


Para decirlo de otra forma, que bueno que es un hombre empoderado, porque debo señalar responsablemente que un verdadero periodista nunca ha sido, es más, diría que se ha ganado una buena fama de periodista fracasado, pero también de periodista sancionado por las autoridades electorales por haber cometido excesos personales al difundir propaganda durante la etapa electoral. Y eso quiere decir que al señor Jesus Ramírez Cuevas tendrá problemas con la justicia.


Claro está que una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revolvió que el propio Presidente de la Republica no es responsable porque quien ordenó las publicaciones en internet, ya que quien administraba las cuentas de las redes sociales del entonces candidato, fue el mismísimo Jesus Ramírez Cuevas. Claro está que la soberbia seguirá presente en los siguientes años, pero al final del camino se volverá a encontrar con muchos de los que seguramente querrán cobrarle diversos agravios. Como dien por ahí, esto dura hasta que se acaba. Al tiempo. 


This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.