México corre a pasos agigantados hacia la construcción de una dictadura sin que la mayor
parte de los mexicanos se haya enterado. Hasta ahora, soterradamente la mayoría morenista en las cámaras de Diputados y Senadores han venido trabajando las iniciativas que desde el Cuarto de Guerra de la Presidencia de la Republica les han enviado, para que de forma silenciosa se legisle por encargo y sin debate alguno allanando el camino de la posible dictadura que será encabezada por Andrés Manuel López Obrador, y que tirará al bote de la basura el entramado de garantías constitucionales que los mexicanos nos hemos construido.
Si de algo podemos epitetar al Presidente de la República, es de ser enemigo de los medios de comunicación, y principalmente de los periodistas que nos hemos opuesto a sus determinaciones a través de la crítica fundada y motivada. Hasta ahora somos muchos los profesionales de la comunicación y el periodismo que hemos tenido que salir de las empresas de medios en las cuales desarrollamos nuestro trabajo desde hace varios años, por petición expresa del Vocero Presidencial Jesús Ramírez Cuevas.
Son muchos los episodios en los que se han visto inmiscuidos tanto el vocero presidencial como el propio Presidente de la Republica, quien hasta ahora lo único que ha demostrado es un odio irracional contra quienes no comulgamos con su forma de gobernar y de conducir al país. El respeto a la libre manifestación de las ideas encuentra en Andrés Manuel López Obrador a uno de sus más caros enemigos, porque cuando afirmaba que era un demócrata lo único que hacía era mentir descaradamente.
Jan Albert Hootsen, representante en este país del Comité para la Protección de los Periodistas, calificó de “deplorables” comentarios del Presidente de la Republica contra la Prensa al señalar que en el país no hay un periodismo profesional ni independiente. Claro está que a Andrés Manuel López Obrador lo que menos le puede interesar es la libertad de expresión, porque hasta ahora, insisto, somos muchos los periodistas que hemos tenido que salir de los medios donde trabajábamos por petición expresa de quién ahora es el Vocero Presidencial.
Articulo 19 hizo un llamado al Presidente de la Republica para que se abstenga de emitir discursos estigmatizantes en contra de la prensa, luego de que en su conferencia mañanera señalara que en el país no existe un periodismo profesional e independiente. Los calificativos de prensa vendida, prensa FIFI, y tantas otras ocurrencias del tabasqueño, intentan intimidar a quienes desarrollamos nuestro trabajo cotidiano en los medios impresos o electrónicos, pero sí de algo puede estar seguro es de que muchos periodistas le hemos perdido el miedo desde que su vocero inició la cacería de brujas contra nosotros.
Andrés Manuel López Obrador camina hacia la dictadura de la forma más cínica porque tiene el control de las Cámaras de Diputados y Senadores, pero no será una circunstancia eterna, porque si de algo puede tener la seguridad es de que ese pueblo al que siempre acude cuando de violar la ley se trata, no le será fiel eternamente, y si no, habría que recordar lo que le pasó al otro López… de Santa Ana, ambos populistas. Hay que consultar la Historia para no tropezar con la misma piedra.
Quienes ejercemos el periodismo de forma cotidiana sabemos a qué nos exponemos, pero es más fuerte la convicción que el temor. Sabemos lo que sabe hacer cuando pierde los estribos, ahí están sus historias de violencia. Al tiempo.
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