Un grupo de hombres de letras se atrevió a publicar un mensaje en un medio de comunicación impresa, y de inmediato reaccionaron las huestes morenistas para descalificarlos. Y ni que decir lo que ocurrió en las redes sociales donde el Presidente de la Republica
Andrés Manuel López Obrador cuenta con un estructurado mecanismo de respuesta rápida por parte de sus seguidores, que en su mayoría son cuentas falsas y creadas de manera artificial para impactar en la opinión pública. Y debo señalar que lo de las cuentas falsas no es invento de quién esto escribe, fue la propia empresa de Twitter la que señaló que de los siete millones de seguidores del Presidente de la Republica, más de la mitad son cuentas falsas.
De cualquier forma, falsas o reales son utilizadas para responder a los críticos de sus acciones de gobierno, y en los tiempos que vivimos donde la mayor parte de muestra vida diaria transcurre en los instrumentos electrónicos, causan un alto impacto que pueden orientar a la opinión pública, aunque no deje de ser un ardid más de los que emplea todos los días el propio Mandatario que hasta ahora no encuentra la forma de detener su caída en la aceptación entre los mexicanos.
Un grupo de politólogos e intelectuales mexicanos público ayer un manifiesto llamando a evitar la “deriva autoritaria y a defender la democracia”, y es un recurso que cualquiera puede hacer en un sistema democrático como el nuestro, aunque no le haya gustado al grupo que por ahora detenta el Gobierno Federal y la Mayoría en las Cámaras de Diputados y Senadores por esa vocación totalitaria que han mostrado en los últimos meses y donde las advertencias están a la orden del día.
Y hay que decirlo con todas sus letras, porque aquel que siempre se dijo demócrata ha enseñado los dientes en cada ocasión en que no le gusta lo que manifiestan los demás, y la mejor prueba de ello es la larga lista de periodistas que hemos sido alejados de nuestro trabajo en algunas empresas de comunicación a petición expresa del Coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la Republica, Jesus Ramírez Cuevas, quien por ahora es parte importante del esquema de poder, pero ojalá entendiera que no es eterno, y seguramente después muchos querrán cobrarle las facturas pendientes.
Pero regresando al mensaje publicado por el grupo de intelectuales, habrá que decir que tienen todo el derecho de hacerlo en su calidad de ciudadanos, y si el texto no le ha gustado al Señor Presidente de la Republica, es su problema, aunque seguramente se defenderá con todo en alguna de las sesiones mañaneras que mantiene con los medios de comunicación. ¿Pero cuál es la ofensa al señor López Obrador?, ninguna, porque no le faltan al respeto, simplemente le anuncian a los mexicanos la posibilidad de que este país se camine hacia la Dictadura, lo que es una realidad en las intenciones de Andrés Manuel López Obrador. Las muestras han estado a la vista de todos los mexicanos, porque ha concentrado la toma de decisiones en su persona, y nadie hace algo si no tiene permiso o se lo ordenan, así de simple la circunstancia actual en el Gobierno Mexicano.
Lo que no le gustó del mensaje al señor López Obrador, fue la advertencia de que seguimos caminando hacia el autoritarismo, y el llamado a defender la democracia. Y claro que no le gustó porque nunca ha sido un demócrata, aunque lo siga diciendo a los cuatro vientos. El cariz autoritario ha estado acompañándolo siempre, como también desde 1917 la libertad de expresión es letra Constitucional. Que no le haya gustado es su problema, pero habrá que puntualizar que no dijeron una mentira y sí muchas verdades. Muy delgada la piel presidencial en esta etapa en que sus momios siguen a la baja. Al tiempo.
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