No tengo nada personal contra Hugo López Gatell. No lo conozco y nunca he estado cerca de él, por lo que no tendría porqué haberme formado animadversión alguna en su contra. Lo he visto muchas veces dando los reportes acerca de los avances y estragos que ha causado en México la pandemia del coronavirus. He contrastado sus datos duros con los que presentan otras organizaciones que han estado al tanto del suceso más lamentable de los últimos tiempos, y los números no mienten. Pero si hay alguien que le ha mentido al pueblo de México después de Andrés Manuel López Obrador, es sin lugar a dudas Hugo López Gatell.
Todos conocemos la mitomanía de quien por ahora conduce los destinos del país. Y siempre ha mentido porque a base de mentiras construyó el camino que lo llevó al poder, aunque hasta ahora no alcanza a avizorar ni siquiera para qué sirve una Presidencia de la República, y lo peor es que no ha entendido que su principal obligación es velar por el bienestar de más de ciento veinte millones de personas que habitamos este todavía maravilloso país. Y no me quiero referir a sus ligas delincuenciales, sino a los resultados que hablan por sí solos.
Aquel que adoptó el lema de campaña “"Por el Bien de Todos, Primero los Pobres”, ha realizado cuanto está en sus manos para incrementar su número. Antes que intentar disminuir la pobreza, se ha dedicado a expandirla seguramente porque sabe que haciéndolos depender se las dádivas gubernamentales estará en la posibilidad de perpetuarse en el poder. Aquel que se decía el más puro de los demócratas es ahora el autócrata que piensa que un país se maneja por ocurrencias. “"Por el Bien de Todos, Primero Los Pobres”, y vaya que lo ha cumplido. Porque durante su gestión más de quince millones de personas han pasado a engrosar la interminable lista de pobres de este país.
Ahora resulta que el señor Hugo López Gatell ha sido propuesto por el Grupo Parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional en el Estado de Guerrero para que le sea entregada la "Presea Sentimientos de la Nación", que es el máximo reconocimiento que otorga el Gobierno del Estado de Guerrero. El proponente es nada menos que Moises Reyes Sandoval, sobrino de Irma Eréndira Sandoval y Pablo Almicar Sandoval, los hermanitos e hijos de Pablo Sandoval, luchador social de reconocido prestigio en el Suriano estado y que tuvo la desgracia de que sus hijos se convirtieran en ladrones. Pero como dicen por ahí, nunca segundas partes fueron buenas, y hasta en tanto los hermanitos Sandoval no justifiquen la riqueza de la que han hecho gala, seguirán siendo los hampones que han sido aprovechando la marcada fama de su padre.
El sinvergüenza diputado al Congreso del Estado de Guerrero, Moisés Reyes, en un acto de servilismo propio de quienes han alcanzado un escaño de representación popular a través de las componendas políticas, pretende ahora colocar a Hugo López Gatell en el papel de prócer y merecedor de reconocimientos cuando lo único que ha hecho es esconder cifras y provocar una verdadera tragedia por su negligencia como encargado de la Vocería en la pandemia que tantos estragos nos ha causado.
Hugo López Gatell es el títere que Andrés Manuel López Obrador ha utilizado para justificar su mendicidad de haber dejado a los niños con cáncer sin medicamentos y condenándolos a muerte, ese mismo que desde el púlpito mañanero sin pudor alguno da clases de cómo lavarse las manos cuando debiera dar clases de cómo se utiliza el aparato del Estado para aminorar los efectos del coronavirus. Aquel que se ha negado a utilizar el cubrebocas y que aconsejaba que nos abrazáramos porque no pasaba nada, es el principal culpable de los muertos provocados por la pandemia, y premiar al mentiroso de Hugo López Gatell es una estrategia que busca santificar a los ladrones que han sido encumbrados por la 4T. Si Pablo Sandoval viviera, se moriría nuevamente, pero ahora de vergüenza. Al tiempo.
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