Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebron, fue nombrado Dictador Vitalicio con el tratamiento de Alteza Serenísima en 1853, aunque derrocado dos años más tarde. A lo largo de su extensa carrera política fue considerado ambiguo por participar en partidos contrarios ya fuera con realistas, monárquicos,
republicanos, unitarios, federales, liberales o conservadores. También fue gobernador de Yucatán y de Veracruz, y en sus inicios fue convocado para luchar contra Miguel Hidalgo y Costilla, después estaría un tiempo en Texas bajó el mando del Coronel José Joaquín de Arredondo.
Inició su carrera política en 1821, año en que el Plan de Iguala de Agustín de Iturbide consagró al primer Imperio Mexicano. A partir de entonces inició una larga serie de imprevisibles adhesiones ideológicas. Fue condecorado por el Virrey y ascendido a Teniente Coronel. Después sería nombrado Comandante del Puerto de San Juan de Ulúa. Posteriormente vendría la etapa en la cual Iturbide firmó los Tratados de Córdoba para hacer la declaratoria de independencia de la nación, sumándose gran parte de Centroamérica. El 18 de mayo de 1822 fue proclamado Emperador, y posteriormente disolvería el Congreso por desobediencia y conjuras.
Ese fue el momento en que Santa Anna reaparece emitiendo el Plan de Veracruz, y después el Plan de Casa Mata, declarándose a favor de los republicanos. Su vida estuvo llena de traiciones y de momentos de gloria, pero sin lugar a dudas era un hombre astuto que ocupó la Presidencia de la Republica en seis ocasiones, pero en 1866 sería declarado traidor a la Patria. Desterrado mucho tiempo, a la muerte de Benito Juárez, Sebastian Lerdo de Tejada le permitió volver al país sin reconocer sus grados militares. Quien en su momento fuera “"Su Alteza Serenísima” murió pobre y olvidado en la Ciudad de México el 21 de junio de 1876.
En los agobiados días en que los mexicanos observamos el transcurrir de nuestra vida se ha presentado un fenómeno de similar al de Santa Anna, y se llama Andrés Manuel López Obrador, quien después de una elección arrolladora se apoderó a través de un simple movimiento de la mayoría de las Camaras de Diputados y Senadores, pero también de la Suprema Corte de Justicia de la Nación mediante la intimidación hacia sus integrantes, y de todas las instancias legales con la finalidad de destruir las instituciones que durante mucho tiempo construimos los mexicanos, y otras que habían adquirido un carácter ciudadano, para ejercer el poder dictatorialmente.
En los últimos cincuenta años este país tránsito de un régimen hegemónico hacia la búsqueda de un un cambio social para consolidar nuestra democracia, en la que se reconocieron a las oposiciones y se les entregó la oportunidad de convertirse en partidos políticos reconocidos por la Constitución. Hay que puntualizar que buscábamos el florecimiento de la participación ciudadana, participación que por desgracia ha sido relegada a los simples dictados de un presunto líder mesiánico que ha concentrado las decisiones rompiendo la esencia del federalismo, ese que tanto tiempo nos costó perfeccionar dotando a las partes integrantes del país con el carácter de estados libres y soberanos en su régimen interior. Hoy la Republica está en riesgo, y el sistema federalista ha sido agredido constantemente por quien ahora ocupa la Presidencia de la Republica y que se ha dedicado a centralizar en su persona la mayor parte de las atribuciones del Estado Mexicano.
Pareciera que Andrés Manuel López Obrador se siente la reencarnación de Luis XIV de Francia al centralizar no tan solo las decisiones, sino el presupuesto, que es dinero de todos los mexicanos, del que dispone a su arbitrio. López Obrador ha dado muestra de ser lo que tanto pretende combatir en el discurso, la encarnación de la corrupción, porque hasta ahora los negocios que se realizan al amparo del poder son tantos o más groseros que los que hicieron panistas y tricolores. Ni que decir de los “cachorros” de la 4T, que viajan en Jets privados a paraísos fiscales y con esposas modelos. Irán a pasear? O a realizar depósitos del “tesoro de López Obrador”, el nuevo Moctezuma. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en periodismo.