La Detención del General Salvador Cienfuegos en Estados Unidos ha sido un duro golpe a la credibilidad de la administración encabezada por Enrique Peña Nieto, pero sobre todo uno de los principales motivos con los que el Presidente Andrés Manuel López Obrador seguirá insistiendo sobre los graves procesos de corrupción que se llevaron a cabo durante la administración pasada,
o quizá para decirlo mejor, durante el periodo neoliberal como el lugar a comun al que siempre acude cuando de denostar a las administraciones anteriores se trata.
Por lo pronto señaló que las detenciones de Genaro García Luna y del Exsecretario de la Defensa Nacional son representativas para demostrar la profundidad de la crisis y decadencia que dejó la política neoliberal en México. De paso también dejó en claro que la política económica dejó muchos damnificados porque se empobreció a nuestro país, pues solamente se benefició a una minoría rapaz, por lo que México no avanzo, pero también aseguró que privatizar fue la política que predominó durante treinta y seis años y causó muchos estragos, por lo que ahora que se está iniciando un proceso democrático, y que está en marcha la Cuarta Transformación, están quedando de manifiesto los agravios que se llevaron a cabo contra el pueblo y la nación.
Desde luego que el lamentable hecho de la detención del extitular de la Secretaria de la Defensa Nacional será uno de los motivos que tendrá el señor Presidente para tildar de todo lo que se le ocurra al pasado régimen, porque el que ahora encabeza es prístino, limpio, impoluto, pero hará que decir que también nada transparente, porque la discrecionalidad en el uso y abuso del dinero de los mexicanos sigue tan campante y sin esa rendición de cuentas al que está obligado, demostrando que esa circunstancia está por encima de cualquier ley porque lo único que ahora cuenta es la voluntad del inquilino de Palacio Nacional.
Los integrantes de las Cámaras de Diputados y Senadores han mostrado y demostrado que el único papel que desempeñarán en lo sucesivo será el de comparsas de las decisiones presidenciales. Los tiempos de la División de Poderes han quedado atrás, porque ahora lo único que prevalecerá será la decisión unipersonal de quien tiene y mantiene las riendas totales del ejercicio del poder en México. La complacencia de La Corte es evidente, y del Congreso de la Unión lo único que podemos señalar es que por desgracia será tildado de “lacayuno” en los registros de la historia patria.
Negros nubarrones se ciernen sobre el futuro de este país, y aunque duela decirlo, la circunstancia es que estamos regresando a los tiempos que habíamos superado cuando decidimos democratizar a la representación popular. Hoy el futuro se torna incierto, porque pese a la concentración excesiva del poder las decisiones no están siendo efectivas. Sin lugar a dudas Andrés Manuel López Obrador concentra mayor poder que todos sus antecesores, pero los resultados están siendo tanto o más desastrosos que en el pasado reciente como ocurrió en los regímenes de Luis Echeverria y José López Portillo.
El populista Donal Trump amenaza con emigrar de Estados Unidos si pierde la reelección, pero sí de algo podemos estar seguros los mexicanos es que Andrés Andrés Manuel López Obrador nunca haría algo así, porque sus ansias reeleccionistas seguirán vigentes mientras siga teniendo mayoría en el Congreso. La única oportunidad de los mexicanos para evitarlo será la elección intermedia, y el mayor peso lo tendrá la sociedad civil organizada, esa masa amorfa de mexicanos que hasta ahora no ha encontrado un motivo que la aglutine para detener la intentona de establecer un régimen comunista y populista en México. Por lo pronto uno de los pilares fundamentales de este país ha recibido un duro golpe, pero también el ahora titular del Ejército Nacional tiene mucho que explicar, porque era el principal operador del General Cienfuegos. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en periodismo.