Primera llamada, primera…

La mayor parte de los mexicanos, por fortuna, cuentan con una formación académica cimentada, y también con mucho sentido común. Cualquiera puede engañar a muchos, pero nunca podrá hacerlo con todos, y eso es lo que le ha ocurrido al Presidente de la Republica, que sin pudor alguno ha venido tomando decisiones que no avalan amplios sectores poblacionales,

y que hasta ahora han venido observando la centralización de la toma de decisiones que rompe el entramado constitucional que nos hemos construido los mexicanos durante muchos años de lucha cívica y pacífica. 

Los resultados de la elección realizada en los estados de Coahuila e Hidalgo habla de esa vocación ciudadana por mantener vigente nuestro sistema democrático y de valores cívicos, y el rechazo por la imposición que hasta ahora ha venido representando el Movimiento de Regeneración Nacional a través de diversas acciones en el Congreso para dotar al Presidente de la Republica de facultades extraordinarias de acuerdo a su muy particular interés por consolidar otra expresión más de los gobiernos populistas que se han asentado en el hemisferio. 

Y esto significa una severa llamada de atención a la detentación voluntarista del poder que ha caracterizado a quien por ahora detenta la Primera Magistratura. Pero también habrá que puntualizar que este despertar cívico tiene mucho que ver con lo que ha venido ocurriendo desde la sociedad civil con esa expresión que hasta ahora ha liderado Gilberto Lozano, quien representa a esa clase empresarial que es la que arriesga sus capitales para la inversión en diferentes rubros creando esas fuentes de empleo de las que se ha olvidado el Presidente de la Republica, pensando que los simples apoyos directos a las familias son suficientes para mantenerlas como rehenes de sus apetitos electorales.

Mucho abonan también los excesos de los principales liderazgos de la mal llamada Cuarta Transformación, quienes en esa siembra de odio que utilizaron como estrategia para denostar al sistema que ahora encabezan, están recogiendo los frutos del encono ciudadano por sus excesos y su cínica forma de disponer de los dineros públicos como si fueran de su propiedad. La estrategia presidencial de buscar todos los días enemigos que no adversarios, a los que denuesta, critica, exhibe y expone a la vindicta Pública, ha dejado de ser útil, porque lo que en verdad anhelamos los mexicanos es concordia en la diversidad, y unidad en la finalidad de alcanzar un mejor país.

Si bien es cierto que los gobiernos encabezados por tricolores y blanquiazules tuvieron excesos, los resultados han sido mejores que los obtenidos hasta ahora por Andrés Manuel López Obrador. El decrecimiento del Producto Interno Bruto del 10.5 por debajo de cero es lamentable, y enseña el rostro del populismo rampante que se ha querido instaurar en este país mediante una estrategia diseñada para el empobrecimiento generalizado de los mexicanos para que todos dependamos de las dádivas gubernamentales. 

Pero también habrá que señalar que el inquilino de Palacio Nacional no cejará en ese empeño de seguir construyendo su proyecto populista porque hasta ahora solamente cuenta con el apoyo de los líderes que han venido empobreciendo a la mayor parte de los países centro y sudamericanos. Regalar dinero que es de los mexicanos a gobiernos centroamericanos populistas es lo peor que puede hacer un líder para cultivar el encono, y los mexicanos de dos entidades federativas le han cobrado la factura. El cinismo con que se manejan las finanzas del país es la prueba principal del camino que pretende, y bien haría en rectificar porque el enojo se mantiene y pudiera significarse como el desastre del actual gobierno. Al tiempo. 

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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en periodismo.