Sin lugar a dudas una de sus mayores peculiaridades es esa fijación que tiene por el pasado. Hasta ahora no ha dado muestras de intentar diseñar ese país al que aspiramos los mexicanos en los años venideros porque todo su mapa mental está en los hechos ocurridos en el pretérito, ese que alimenta sus disertaciones mañaneras y sus arengas llenas de citas gloriosas de hechos ocurridos para modelar el futuro de este país,
sin pensar que con ello lo único que logra es intentar retroceder a una sociedad que busca elementos en la modernidad para paliar los agobios de un esquema gubernamental sin orden, y sin más proyecto que el otorgamiento de dádivas para combatir la pobreza de la mayor parte de los mexicanos.
Y el mejor ejemplo que pudiéramos abordar es el interés de modernizar a la otrora paraestatal Pemex, en una época en que las energías limpias son la identidad del presente y la mejor opción para el desarrollo de un futuro que privilegie el medio ambiente como uno de los recursos más importantes para el diseño de mejores condiciones de habitabilidad. Sus disertaciones públicas, con las que busca ideologizar al régimen que encabeza por lo regular siempre están sustentadas en las añoranzas de los tiempos idos porque hasta no ha encontrado la forma de estructurar una narrativa que encamine a los mexicanos a nuevos ideales, a formas modernas de cohabitabilidad y cohesión de esa sociedad que pareciera extraviada por la carencia de liderazgos.
Su principal empeño en estos dos años de ejercicio presupuestal ha sido intentar devolver la gloria a la industria petrolera, y su mayor empeño camina hacia la construcción de una nueva refinería inviable por el lugar que escogió, y que ha dado muestras de que no resistirá en el futuro cercano los embates climáticos que se presentan en la zona. Es más, la versión de que prefirió inundar Villahermosa causando un desastre natural y humanitario para evitar que Dos Bocas quedara bajo el agua es el mejor indicativo de ese empecinamiento con el que busca trascender y que lo llevará irremediablemente al fracaso.
La infinidad de recursos que ha destinado a Pemex podría tener un mejor resultado en los diversos impulsos tecnológicos que debería que haber implementado desde el inicio de su gestión, pero insisto, vive en el pasado, piensa como en el pasado, y lo único que alcanzara es la reedición de ese lamentable pasado. Haber cancelado las inversiones en las enérgicas limpias y renovables ha sido uno de sus mayores descalabros por su carencia de entendimiento en el fenómeno Tecnologico que indiscutiblemente forma parte de ese futuro al que los mexicanos pretendemos arribar en el corto plazo.
Para reafirmar su arcaica forma de pensar y de diseñar el futuro de este país, baste señalar que durante los primeros nueve meses de este año la pérdida de recursos en la operación de Pemex Transformación Industrial alcanzó más de ciento veintiún mil millones de pesos tirados a la basura por sus caprichos de pretender apoyarse en el pasado para diseñar el futuro de los mexicanos. Y esto quiere decir que la otrora paraestatal más importante del país tuvo pérdidas en un ciento quince por ciento más que en el periodo comparable del año dos mil diecinueve.
Para decirlo más claro, seguir refinando combustibles fósiles es quemar el dinero de los mexicanos, ya ello hay que agregar que la infraestructura de la paraestatal cada día se deteriora más provocando una mayor producción de combustibles y menores cantidades de gasolinas y diésel. La proporción de combustóleos subió del 24 al 28 por ciento, y las gasolinas y diésel bajo de 54 a 52 por ciento. En Estados Unidos las refinerías arrojan solamente un dos por ciento de combustóleo por barril refinado, y eso quiere decir que López Obrador vive en ese pasado cuando Pemex era una de las empresas más exitosas del mundo. Sin lugar a dudas el desastre está a la vuelta de la esquina a causa de la pobreza mental de quién conduce los destinos del país. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en periodismo.