Nunca antes nadie le mintió tanto a los mexicanos como lo ha venido haciendo Andrés Manuel López Obrador. Después del conteo especializado que llevaron varias consultorías en el que demostraron que en lo que va de su sexenio ha mentido más de treinta y dos mil veces en sus conferencias mañaneras,
lo que habla de su perenne mitomanía que lo coloca en un nada honroso primer lugar entre los mentirosos más grandes de la historia. No es nada halagüeño para un pueblo como el nuestro nutrirse de las grandes y numerosos mentiras que salen de la boca del tabasqueño un día sí, y otro también.
Y habrá que señalar que no fueron los periódicos mexicanos quienes hicieron la observación que ha causado escándalo por todo el mundo y las estupefacción se ha presentado en los círculos más cercanos al tabasqueño, a quien no se le caerá la cara de vergüenza simplemente porque el síndrome de la mitomanía lo tiene arraigado desde que comenzó su periplo por el país acusando de corruptos a quienes visualizaba como sus adversarios, denigrando y acusando como si él no tuviera mácula alguna. La conducta del Presidente de la Republica es brutalmente vulgar y oprobiosa.
The New York Times, uno de los periódicos más leídos en el mundo habla de esa manipulación de los datos acerca de la pandemia para evitar el pánico colectivo ante los nulos resultados que ha tenido el sector salud, pero sobre todo, la cara dura de Hugo López Gatell quien con tal de granjearse la simpatía del Presidente de la Republica ya se acostumbro a la manipulación cotidiana y a las mentiras que seguramente le ordena el inquilino de Palacio para regodearse al presumir que la pandemia ha sido domada como lo afirma con su cinismo un día sí y otro también.
Según fuentes de Palacio Nacional, que hastiados y asqueados de tantas mentiras, la orden presidencial ha sido de no cerrar para nada la Capital de la República cuando la mayor parte de los países han aceptado lo incontrolable de la pandemia. Ni que decir del déficit hospitalario, porque con el ocultamiento de cifras y casos positivos de Coronavirus manipulados nos hacen pensar que la gravedad de infectados es dos veces superior a lo que se afirma desde el púlpito presidencial. La irresponsabilidad de Andrés Manuel López Obrador y el cinismo de Hugo López Gatell han ocasionado una de las mayores tragedias que haya tenido este país en toda su historia.
Es más, podríamos afirmar que ninguno de los conflictos armados que registra nuestro devenir histórico, y que han sido muchos y de distintas magnitudes, registraron tantas muertes por causa de las mentiras de quien encabeza el Gobierno de la Republica. La irresponsabilidad es brutal, el cinismo es ofensivo y lo previsible es que en el corto plazo se presenten varias denuncias ante la Corte Penal internacional para juzgar tanto al Presidente de la Republica como a Hugo López Gatell acusados de cometer crímenes de genocidio, agresión por,parte del Estado Mexicano y de lesa humanidad. Lo peor es que desde finales de noviembre la orden del Presidente fue de que no se cerrará para nada la Ciudad de México.
Hugo López Gatell podría ser acusado por haber manipulado cifras a finales de noviembre y principios de diciembre donde los reportes indicaban que la ocupación hospitalaria por Covid-19 rebasaba el cincuenta y seis por ciento de la capacidad hospitalaria e incluyó la cifra de 45 por ciento, con los que de acuerdo a los protocolos establecidos por la misma autoridad sanitaria federal debería haber sido declarado el semáforo nrojo y no el naranja, como lo establece la norma. Eso generó un brutal incremento en los contagios que causaron la muerte de cientos de mexicanos. Nuestra desgracia mayor es tener un Presidente de la República experto en mentir, manipular, engañar y causar la muerte a muchos mexicanos. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.