Lo pueden tomar como quieran, pero los hechos ahí están. Emma Aispuru Coronel, la esposa de Joaquin Guzmán Loera, el afamado Chapo Guzmán, preso en Estados Unidos y sobre quien pesa una condena de cadena perpetua, ha sido detenida por autoridades norteamericanas sin derecho a
fianza. Hasta ahora no sabemos los motivos de la detención, pero es claro que la decisión de la nueva administración del vecino del norte tiene un destinatario claro, aunque no tardaremos mucho tiempo en conocer las implicaciones del caso cuando la Señora Aispuru Coronel tenga su primera comparecencia ante las autoridades correspondientes.
Pero también habrá que considerar cual será el impacto en las relaciones entre ambos países el hecho de que los órganos de procuración de justicia del vecino del norte hayan decidido resguardar por el momento a la esposa de Joaquin Guzmán Loera. Y si algo tenemos que señalar acerca del hecho es que el gobierno de Estados Unidos está fijando una posición distinta a la que asumió el expresidente Donald Trump, quien además nunca mostró mayor interés en evitar el tráfico de drogas a causa de su empecinamiento por construir un muro entre ambos países.
Por lo pronto las acusaciones contra Emma Coronel son de participar en la distribución de heroína, cocaína, mariguana y metanfetaminas en la Unión Americana, sin que se haya puntualizado con certeza las ciudades donde se convirtió en distribuidora. Para decirlo crudamente, no creo que ella haya sido participe, porque no tiene necesidad ya que el jefe visible es el hijo de Guzman Loera, Ovidio, el mismo que en la fallida incursión en Culiacán donde fue aprehendido, y se le dejó en libertad por instrucciones precisas del Presidente Andres Manuel López Obrador.
Seguramente el hecho tendrá consecuencias graves, porque se pudiera propiciar una guerra por el control del trasiego hacia la nación norteamericana, aunque también habrá que señalar que Ovidio Guzman se ha encargado de mantener vigente el poderío del imperio construido por su padre, además de que Ismael Zambada Garcia, ""El Mayo", a quien nunca han podido aprehender, sigue manteniendo el control en la mayor parte de las zonas serranas de Sinaloa, territorio que conoce a la perfección y en el que mantiene un numeroso ejército de hombres que se encargan de mantener el orden, además de las simpatías de los propios pobladores de la zona porque hasta ellos llegan los beneficios del trasiego.
Si de algo podemos estar seguros, es de que la circunstancia será delicada en lo sucesivo a causa de la liberación de Ovidio Guzman por órdenes directas del Presidente Andres Manuel López Obrador, lo que provocó que más de uno en los sistemas de procuración de justicia de este país y sobre todo en la Unión Americana, se quedaran pasmados, y sobre todo cuando en otro de sus paseos por la zona dedicó varias horas en un traslado para saludar a la Señora María Consuelo Loera Pérez, madre de Joaquin Guzmán Loera, y abuela de Ovidio, quien le solicitó "sus buenos oficios para poder visitar a su hijo.
Lo cierto es que no había necesidad de tanta complacencia por parte de Andres Manuel López Obrador con los principales miembros del Cártel de Sinaloa, y mucho menos de visitar la zona exclusivamente para saludar a Doña María Consuelo. Además dejó en ridículo a nuestras fuerzas armadas después de que cuatro militares y dos policías resultaron heridos. ¿Porque ordenó la incursión? ¿Y porque después de la propia rendición del hijo de Guzman Loera pidió que lo liberaran? ¿Porque viajó tantas horas para saludar a Doña Consuelo? Nunca ha querido dar explicaciones, pero el hecho ahí está. Por lo pronto el mensaje ha sido enviado, y seguramente veremos en las mañaneras otra serie de incoherencias tratando de explicar la deleznable conducta del Presidente de la República. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.