Sin lugar a dudas en algo pondrá mucha atención el Presidente de la República en las siguientes semanas: la elección intermedia, porque le resulta fundamental para consolidar su proyecto de permanencia al frente del Ejecutivo Federal y lograr el establecimiento de una dictadura
populista al más puro estilo de las que han empobrecido a venezolanos, ecuatorianos, bolivianos, y muchos más del Continente Americano sin que hasta ahora se haya encontrado la forma de erradicar ese cancer basado en el engaño discursivo y la disposición del dinero público para seguir conformando un bloque hegemónico que ni siquiera Estados Unidos ha podido detener.
Muchos pensábamos que Mexico estaría exento de un padecimiento de este tipo, pero por desgracia lo hemos tenido encima desde hace más de dos años con las decisiones de un hombre que peregrino por todo el país pregonando los males de los gobiernos anteriores y el paraíso que construiría para todos los mexicanos si lo ayudaban a alcanzar el poder. Los mexicanos le creyeron, y ahora están padeciendo las consecuencias de un proceso de empobrecimiento generalizado como finalidad inmediata para someter a la mayor parte a los programas asistenciales como destino de vida.
Después de superada la etapa conocida como la Revolución Mexicana, una clase emergente diseñó el destino de nuestro país basado en una presunta reivindicación social que nunca se consolidó, pero que mantuvo como pilar fundamental las libertades individuales, la libre empresa y un modelo educativo basado en instituciones de formación profesional a la que tuvieron acceso quienes se esforzaron por aprovechar esas oportunidades, aunque muchos se hayan tardado hasta quince años como es el caso de quien por ahora detenta la Presidencia de la República, lo que habla de su tesón por convertirse en un ejemplo claro de esa clase epitetada como “fósiles” por su precaria vocación por el conocimiento.
Pero la desgracia de los pueblos la construyen los ciudadanos, y fueron ellos quienes decidieron ante el hartazgo de la ineficiencia, que Andres Manuel López Obrador alcanzara la cúspide de su ambición política, convirtiéndolo en el líder de una presunta reivindicación que hasta ahora se ha convertido en un lamentable fracaso que al paso del tiempo recordaremos como una brutal pesadilla. Pero también habrá que señalar la importancia de la oportunidad que tendremos en el corto plazo para enderezar el camino o mantener vigente el salto que podremos dar hacia la desgracia colectiva.
Ante la mayoría apabullante que logró la llegada de Andres Manuel López Obrador al poder, los mexicanos tenemos al frente una una única oportunidad para detener la destrucción del Mexico que tanto esfuerzo y tiempo nos llevó edificar, en una elección intermedia que se antoja difícil a la vez que esperanzadora para dejar de lado ese paso al vacío que hasta ahora estamos recorriendo. Insisto, es una oportunidad única antes de que se consolide la dictadura populista que tanto ha buscado quien por ahora detenta el poder, y que ha dado muestras de su decisión de convertirse en el destructor de la patria para empobrecernos y mantenernos como rehenes de las precarias dádivas oficiales.
En este contexto, el futuro de la alianza opositora buscando evitar que el partido dominante alcance otra vez la mayoría parlamentaria, se ha convertido en la necesidad de una gran parte de los mexicanos por evitar ese destino plagado de desgracias colectivas que destrozaría nuestro futuro inmediato, y el de nuestros hijos y nietos. Desde luego que esa alianza de partidos de la oposición tiene futuro si los mexicanos toman conciencia de que son la única oportunidad que tenemos para evitar el desastre. No está en juego una simple elección, lo que están en juegos son nuestras libertades, nuestras aspiraciones, y el destino de nuestros hijos. Así de simple, y los mexicanos tenemos la palabra. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.