Cuando Andres Manuel López Obrador asegura que los hechos que se le imputan no son reales, por lo regular está mintiendo, porque hasta ahora ha mostrado y demostrado ser un mentiroso compulsivo. Así de simple la circunstancia que los mexicanos estamos viviendo desde la llegada de ese bodrio
de intereses que se ha denominado la Cuarta Transformación, y que hasta ahora lo único o que han logrado es montar un monstruoso engaño que lamentarán los mexicanos de todas las latitudes, pero sobre todo las generaciones venideras. Para decirlo más claro, de acuerdo al conteo de las mentiras que ha vertido en sus conferencias mañaneras, hasta ahora lleva la nada despreciable suma de más de ochenta mil mentiras.
Dicen los especialistas que cuando la mentira se convierte en algo patológico y recurrente, lo que significa qué existe una adicción a la mentira que por consecuencia causa una gran interferencia en la vida de las personas, estamos hablando de la mitomanía. Un mentiroso compulsivo tiende a distorsionar la realidad de forma frecuente y reiterada, y siempre busca un beneficio personal inmediato que no es otra cosa que la atención, afecto, respeto o admiración. Pero también hay un momento en el que el mentiroso compulsivo opera sin motivo alguno y sin estar consciente de lo que está haciendo.
Para decirlo más claro, las personas con esta patología no se sienten cómodas diciendo la verdad, y en cambio sí lo hacen mintiendo. Los especialistas suelen señalar que la mitomanía es una patología compulsiva, y que en ella se pueden identificar el miedo al rechazo o a la crítica, y una elevada necesidad de aprobación externa. Y esto es producto de una baja estima o inseguridad personal a causa de la necesidad de admiración por parte de los demás, y su origen significa un proceso natural en el desarrollo de la personalidad con tendencia a que la aceptación de los demás se convierta en algo necesario, incluso imprescindible, que motiva la búsqueda de un juicio en la opinión de los demás.
La necesidad de aprobación en los demás se define como la expectativa de alcanzar esa aceptación sobre las acciones desarrolladas, las opiniones y la forma de percibir el momento. Esta circunstancia es algo que impulsa al individuo a evitar el rechazo y tratar de ser reconocido y aceptado. Señalan diversos especialistas que en nuestro ciclo evolutivo la opinión de los demás guían nuestro camino y nuestras acciones, de ahí que a través de nuestras creencias buscamos la generación de nuestra autoestima. Como seres sociales que somos siempre buscamos la aprobación de los demás, pero al final la decisión está basada en las preferencias del individuo.
Pero también señalan que existe una línea muy tenue entre la necesidad de aprobación, o que esta se torne en perjudicial cuando la búsqueda de esa aprobación se convierte en algo imprescindible, y la consecuencia puede tornarse en una toma de decisiones equivocadas por el miedo de no ser aceptadas. De esta forma la necesidad de aprobación se convierte no tan solo en algo patológico, también en un problema cuando se tiene la responsabilidad de tomar decisiones que impactan a los grandes grupos poblacionales.
Mentir ha sido una de las partes más importantes de la retórica del Presidente de la República, y el problema para este país y los mexicanos de todas las latitudes, es que las mentiras que utiliza habitualmente ocultan la realidad de lo que estamos viviendo y padeciendo, y esto ha ocasionado que Estados Unidos siga enviando mensajes de malestar que ha sido minimizados, ignorados o no entendidos, sobre todo cuando el Comandante de las fuerzas militares en América del Norte, el General Glen VanHerck, ha afirmado y reafirmado que nuestro territorio es controlado por el crimen organizado. Ojalá el Presidente no desestime esta advertencia con su empecinamiento de seguir viviendo en un mundo irreal. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.