Mal y de malas la gestión de Andres Manuel López Obrador al frente de este país. No hay buenas noticias, por el contrario, debe ser tremendamente doloroso para cualquier mexicano enterarse de que cada día qué pasa la pobreza se incrementa exponencialmente en muchos sectores sociales y en
todas las latitudes de la extensa geografía mexicana sin que podamos disminuirla o al menos detenerla. Y no es que los proyectos que se han implementado hayan fracasado, por el contrario, han sido muy exitosos, porque de lo que se trata con la estrategia de gobierno que encabeza el tabasqueño no es la generación de riqueza, porque como todo gobierno populista le apuestan a la pobreza como mecanismo de control social.
Si bien es cierto que nuestros gobernantes nunca han sido exitosos en materia de disminución de la pobreza, también es cierto que al menos han logrado establecer mecanismos de ayuda para paliar las dificultades de las familias de escasos recursos, y han encontrado eco entre clase empresarial para cuidar la planta productiva y del empleo en los momentos de agobio producto de los vaivenes de la economía mundial que repercuten gravemente en nuestra circunstancia como nación y como sociedad.
Para colmo de males la pandemia del coronavirus no tan solo ha propiciado innumerables muertes entre los mexicanos, también el cierre de un sinfín de medianas y pequeñas empresas que no tuvieron recursos para aguantar la carencia de productividad y de comercialización de los insumos que fabrican. Y una de las partes más letales ha sido la falta de apoyos gubernamentales porque la estrategia de gobierno está encaminada a apoyar a las clases desprotegidas, pero no a los empresarios. El resultado ha sido un sinfín de pequeñas y medianas empresas que han tenido que cerrar y que daban empleo a millones de mexicanos.
La única respuesta que los empresarios han recibido de parte de Andrés Manuel López Obrador es que cada quien se rasque solo, y que prefiere entregar apoyos solidarios a quienes han padecido el despido de su fuente de trabajo, sin entender que con ello cierra un círculo vicioso en el que todos pierden. Nunca habrá dinero en suficiencia para detener el crecimiento de la pobreza, y mucho menos si desde la esfera gubernamental no se implementa una estrategia de apoyo a los empresarios que hasta ahora han cerrado esas fuentes que otorgaban trabajo a millones de hombres y mujeres que con eso contribuían al sostenimiento familiar.
De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, se estima un incremento de entre 8.9 y 9.8 millones de mexicanos con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza a causa de la pandemia del COVID-19. El escenario es pesimista, porque ahora detentamos casi setenta y un millones de mexicanos en pobreza por ingreso, y esto quiere decir que ahora somos un exitoso que ha confinado a la pobreza a más del cincuenta y seis por ciento de nuestra población. Para decirlo más claro, en menos de tres años, Andres Manuel López Obrador ha fabricado diez millones más de pobres, y eso para su proyecto personal es un triunfo, porque tendrá más miembros en los programas sociales que serán obligados a votar por quien él decida.
Sin lugar a dudas el Paladín de la Pobreza en Mexico está teniendo y manteniendo un brutal éxito, y le ha puesto la muestra a los mandatarios populistas del Continente de como empobrecer a una nación en menos de tres años. ¿Que sigue? Continuará la entrega de amplios territorios del país al crimen organizado como lo ha venido haciendo desde que llegó al poder. No ha sido tan solo la orden de liberar a Ovidio Guzman, el hijo del mayor traficante de drogas de la historia de este país, también ha recibido a miembros de las mafias en Palacio Nacional. Y esa ha sido la mejor muestra de su connivencia con el crimen organizado. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.