Seguramente usted recordará la forma en que Andres Manuel López Obrador solicitaba mediante las redes sociales la renuncia de Enrique Peña Nieto por su “evidente incapacidad”. Y mire que eso no lo inventamos los periodistas, porque ahora resulta que toda la culpa de sus dislates y sus mentiras es de
quienes reseñamos todos los días lo que señala cuando le da por abrir la boca para decir idioteces o estupideces. Y para evitar que se diga que estoy cayendo en la exageración debo señalar que de acuerdo al diccionario la idiotez es una cualidad de los idiotas, que no es más que una persona poco inteligente.
El Presidente de la República es un hombre que se ha distinguido por su obstinación, osadía y perversidad, pero hasta ahora no le conocemos muestras palpables de una inteligencia producto de la preparación académica que presuntamente adquirió en esos quince años que le llevó terminar su carrera de Ciencias Políticas y Administración Publica en la Universidad Nacional Autónoma de México. Lo que lo distingue es una astucia brutal para mentir o disfrazar la realidad y adaptarla a sus necesidades de momento.
Para decirlo más claro, ha hecho de la mentira una industria que lo llevó al poder, pero hasta ahora los resultados de su gobierno lo muestran y demuestran como un hombre que poco entiende de administración y mucho de perversidad y odio hacia quienes no comulgamos con su forma de encabezar el destino de los mexicanos. La muestra de su incongruencia y perfidia la corroboramos de manera cotidiana, y hasta ahora los únicos resultados que podemos observar es el brutal cinismo que lo caracteriza, y la forma en que pretende implantar un régimen despótico, absolutista y populista.
Bien lo desnuda el periodista Carlos Loret de Mola cuando realiza un análisis de sus incongruencias en la red social de Twitter, y relata la forma en que engañó a la mayor parte de los mexicanos porque siempre afirmaba cosas de las que ahora se desdice, pero lo más grave es que pese a la evidencia en contrario, sigue mintiendo y engañando a la Nación entera con sus afirmaciones de todos los días cuando los hechos demuestran lo contrario. Loret muestra el video cuando le cuestionaron la violencia contra políticos de diversas partes del país y que incluso han sido asesinados, y simplemente señala que se magnifica el amarillismo importándole un bledo las muertes que ha causado por la carencia de un proyecto de seguridad viable y operable a lo largo y ancho del país.
Ante esa circunstancia le dio por señalar que se magnifican las cosas, porque el interés principal de los malos periodistas, es denigrar su gobierno y reseñar su poca eficacia en materia de seguridad. En alguna ocasión señaló que los políticos utilizaban a la esfera gubernamental para darle cobijo a sus familiares, pero sus hijos pueden viajar en Jets privados a paraísos fiscales para vacacionar, y que sus esposas sean atendidas en los más caros hospitales de Estados Unidos para que reciban el producto de su embarazo. El cinismo de Lopez Obrador y de sus hijos buenos para nada lo tenemos que pagar todos los mexicanos.
Ni que decir de los asaltos que cometía su hermano Pío cuando presionaba a los empresarios del diversas partes del país para que aportaran recursos económicos para su candidatura presidencial, y cuando en una de las mañaneras el tema fue abordado por un periodista, simplemente dijo que no era corrupcion, sino aportaciones a su movimiento, pero claro esta que nunca rindió cuentas de esas innumerables aportaciones al Instituto Federal Electoral. Andres Manuel Lopez Obrador es la peor basura que pudo haber llegado a la Presidencia de la República, y por desgracia tendremos que seguir aguantando sus constantes ocurrencias y su pésimo gobierno. Pobre país. Pobres Mexicanos. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.