El Presidente de la República, Andres Manuel López Obrador, sigue empecinado en mantener y pretender resolver sus diferencias con el pasado sin pensar que lo importante para los mexicanos es el presente y ese futuro que hasta ahora pareciera borrascoso porque el país está entrando en una
vorágine de pobreza brutal a causa de sus desatinos gubernamentales. Francamente no entiendo el porque los procesos económicos siguen a la baja si siempre se dijo un especialista en la materia y que lo asesoraban hombres y mujeres sabios. Además de que siempre criticó el modelo que implantaron los anteriores mandatarios, pero el rumbo que lleva su gobierno es un desastre.
El Presidente de la República es Licenciado en Ciencias Políticas, y esa fue la carrera que curso en la Universidad Nacional Autónoma de Mexico durante cerca de catorce años, pero hasta ahora ni siquiera ha dado muestras de esa pretendida especialidad porque entiende a la política como el instrumento para satisfacer sus mesiánicos intereses y no para establecer una estrategia que armonice las diferentes corrientes del pensamiento que se mantienen vigentes entre quienes se dedican al fenómeno público. Hasta ahora lo único que ha mostrado y demostrado es que la imposición de su voluntarismo personal es lo que vale, sin respetar la libertad de pensamiento y las opiniones de los demás.
Bien decía Jesus Reyes Heroles que “la política es el arte de las relaciones humanas, y la armonía política uno de sus más caros anhelos”. Pero curiosamente la conceptualización que tiene de política no es otra cosa que la imposición de su percepción de lo que ocurre en el país, y realizar diariamente un ejercicio de comunicación con el que ha buscado imponer como doctrina sus criterio ante las disminuidas masas de seguidores que han comenzado a decepcionarse ante los nulos resultados para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.
Andres Manuel López Obrador no tiene interés en visualizar que hasta ahora los satisfactores sociales son escasos y por desgracia muchos mexicanos están a punto de entrar en esa vorágine de pobreza en que ha metido a la mayor parte del país. El derrumbe de su aceptación es patente, y pudiera entrar en una fase crítica ante la carencia de resultados tangibles. Sus mañaneras se han convertido en soliloquios y han dejado de ser útiles porque los mexicanos no alcanzan a entender que es lo que se ha hecho en su beneficio. Hasta ahora los resultados son nimios y la avalancha de desatinos han mermado considerablemente su credibilidad.
Pareciera que esa realidad que viven los mexicanos es distinta a la que le percibe el inquilino de palacio, y sigue pensando que sus disertaciones son suficientes para mantener uno de los mayores engaños que se hayan montado desde el poder. Si bien es cierto que los especialistas del fenómeno público han señalado que se puede engañar a muchos un tiempo, también han señalado que no se puede engañar a todos todo el tiempo, y el señor Presidente sigue pensando que su adoctrinamiento mañanero es el mejor conducto para que los mexicanos percibamos que el país está en marcha y caminando hacia el éxito.
Sin lugar a dudas Andres Manuel López Obrador está fuera de la realidad, o vive en un realidad distinta a la de los mexicanos de todas las latitudes de este país que cada día son impávidos testigos del desmantelamiento del sistema de protección social que construyeron sus antecesores. Su desconexión con la realidad y su carencia de empatía con las aspiraciones ciudadanas es evidente. Sobre todo en materia de toma de decisiones porque hasta ahora sus procesos de comunicación carecen de elementos para mostrar a los mexicanos que efectivamente vamos en el rumbo correcto. Lo único que podemos decir es que este sexenio es uno de los más inútiles de la historia reciente. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.