Dicen los especialistas de la psique que quizá no hemos entendido la forma en que Andres Manuel López Obrador ha venido desarrollando los trabajos de permanencia de la mal llamada Cuarta Transformación, y que hasta ahora lo hemos concebido como un trillado eslogan, pero también existe una corriente
de pensamiento que alerta acerca de la verdadera finalidad en la toma de decisiones que ha encabezado desde su llegada a la Presidencia de la República. Mientras nosotros nos sorprendemos y nos hemos acostumbrado a sus dislates, él simplemente avanza en la instauración de uno de los regímenes más perniciosos que se han presentado en este Continente.
El término “Populismo” según la Real Academia Española, es una tendencia política que pretende atraerse a las clases populares. Su origen se dio en un movimiento ruso del Siglo XIX llamado “narodnismo”, término que se traduce al español como populismo, derivado del lema ““ir hacia el pueblo” que ha sido la guía y el mecanismo de operación para los movimientos democráticos rusos de la segunda mitad del siglo XIX. Pero también los especialistas han señalado que es un concepto difícil de definir ya que presenta realidades diferentes en tiempo y circunstancia.
Independientemente de que hasta ahora el Presidente de la República ha sido enfático para seguir al pie de la letra el manual, me parece que lo adereza con ese contrasentido que percibe tiene que impulsar para romper paradigmas y diferenciarse de los otros mandatarios populistas no tan solo del Continente, sino de otras latitudes que presentan diversidad en tiempo, forma y lugar. Para decirlo mejor, Lopez Obrador no es igual que Nicolas Maduro, porque el venezolano es un estupido ignorante que sigue al pie de la letra el manual que le heredó Hugo Chávez, mientras el mexicano lo complementa con esa rara habilidad que tiene para atraer multitudes hacia su proyecto, que aunque muy disminuido, sigue vigente.
Si algo ha caracterizado a López Obrador es esa rara habilidad que tiene para comunicarse de forma eficiente con las clases desprotegidas y que padecen esa miserable marginación a la que los hemos condenado. Su actitud ha sido su principal identidad, y frente a los públicos que le son afectos genera una esperanza que por desgracia los anteriores gobernantes les negaron. Pero también hay que señalar que sus excesos lo tienen situado entre las clases medias como un potencial enemigo por su proyecto populista de empobrecimiento al que los ha condenado..
Y lo que más ha buscado durante su mandato presidencial es no parecerse a los demás, a esos que antaño definieron la identidad de un sistema político que le otorgó viabilidad a un proyecto de país. Por eso hablo de ese contrasentido que percibe Lopez Obrador para macar esa línea de separación entre el antes y el después. De ahí su cantaleta que “las cosas ya no son como antes”, con lo que compara el antes y el después, aunque ese después que encabeza no haya dado resultados y haya provocado el empobrecimiento de más de doce millones de mexicanos en lo que va de su sexenio.
Pero cuando las cosas no pasan de ser una serie de ocurrencias y no una verdadera doctrina de Estado, los logros resultan efímeros, pero con esa intuición que le caracteriza al señor Lopez Obrador, sin lugar a dudas los convierte en parte de ese adoctrinamiento que sigue vigente entre las clases bajas de este país. Hasta ahora el contrasentido le ha resultado útil en sus procesos de comunicación a las masas de este país, pero también ha sufrido un brutal desgaste que lo sitúa hasta ahora en el cincuenta y ocho por ciento de aceptación con tendencia a la baja. Como quiera que sea, sigue manteniéndose vigente porque los partidos de la oposición no encuentran la forma de reposicionarse, y ni siquiera han intentado acercarse a los sectores poblacionales que antaño los mantuvieron competitivos. El destino resulta adverso por el momento. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.