Diversos analistas han comenzado a realizar algunas evaluaciones en torno a los desastrosos resultados que ha obtenido la mal llamada Cuarta
Transformación, que muestran y demuestran que la corrupcion sigue siendo la marca del gobierno de Andres Manuel López Obrador y pléyade de ladrones que le acompañan en su principal tarea, que no es otra cosa que la destrucción del sistema de valores que durante tantos años construimos, y que ahora pareciera que van por más porque de lo que se trata es es de superar con creces ese pasado que tanto daño nos causó.
Hasta ahora la contabilidad es brutalmente ofensiva al entendimiento, porque lo único que podemos afirmar es que el actual gobierno es tanto o más corrupto que todos los anteriores. La lista de la actual administración en materia de pillaje es ofensiva porque con un cinismo que raya en lo patético el Presidente de la República se ufana en señalar todos los días que los miembros de su gabinete no son como los de antes, y tiene toda la razón, porque sus colaboradores y correligionarios son peores que los gobiernos anteriores en materia de corrupción.
Resulta lamentable que Andres Manuel López Obrador se haya olvidado que los mexicanos tenemos memoria, y que al cabo del tiempo le cobraremos todos los hurtos y robos que ha encabezado con su pleyade de hombres y mujeres que tienen por principal motivo el enriquecimiento desbordado, operando programas de los que hurtan enormes cantidades de dinero de la manera más vil y ostentándose como los más puros y honorables funcionarios de todos los tiempos. El cinismo es la constante, y para mencionar algunas de las hazañas que han venido realizando baste enumerar las principales acciones de su brutal corrupcion.
Por principio de cuentas Andres Manuel López Obrador se ha olvidado de las hazañas de Ponce, Bejarano, Imaz, pero sobre todo, del hurto encabezado por Marcelo Ebrard cuando construyó la Línea Doce del Metro, de donde salieron los de treinta y cuatro mil millones de pesos para que él siguiera haciendo su campaña presidencial permanente. Ni que decir de los hechos protagonizados por el señor Ponce en Las Vegas, además del enriquecimiento ilícito de Manuel Bartlett Diaz, y la impunidad de Napoleón Gomez Urrutia porque le entraba con sus cuotas para la campaña permanente del ahora Presidente de la República.
Que pronto se olvidó de la riqueza de los Ackerman y sus inexplicables siete casas, los negocios del señor Lomelí de Jalisco que por cierto es su compadre, además de ser el zar de la venta de medicinas al gobierno de la 4T. Ni que decir de los ventiladores piratas del CONACYT que provocaron la muerte de muchos mexicanos que tuvieron la desgracia de ser conectados a ellos, la condonación de impuestos a Yeidckol Polenvsky por más de dieciséis millones de pesos, el desfalco de más de doscientos millones del Ayuntamiento de Macuspana de Ramiro López Obrador, que por cierto huyó antes de terminar su gestión.
Pero también cuentan el Contrato de cincuenta millones de pesos de Jimenez Spriú a su hermano, los pagos millonarios al gobierno de Cuba por los médicos que se contrataron cuando en Mexico hay mejores y más preparados, las setecientas pipas a precio alzado que se compraron para la escasez ficticia de combustible, la impunidad que sus hijos vendieron a Carlos Romero Deschamps por 38 millones de pesos que los convirtió en exitosos empresarios, el pago de “jóvenes construyendo el futuro” en el que solamente el veintidós por ciento estaba registrado. Muchas cosas más seguiremos relatando para desenmascarar al traidor que eligieron la mayor parte de los mexicanos. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.