Axel Belfort es un arquitecto al que personalmente no conozco, pero me encantaría hacerlo. ¿Porque?, simplemente porque en una sesión
que realizó en twitter acerca del recorrido que realizó para ver desde su punto de vista como va la Construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, señaló fallas garrafales del desastroso proyecto estrella de Andrés Manuel López Obrador, que en uno de sus constantes caprichos determinó la cancelación en Texcoco de lo que sería uno de los aeropuertos más modernos del Continente y del mundo, que además generaría innumerables plazas de ocupación para todo tipo de profesionales.
Lo primero que critico fueron los dieciocho centímetros de inclinación de la Torre de Control, lo que es normal en una edificación de este tipo como lo señala, pero los constructores, o sea el Ejército Mexicano, se empeñan en negarlo. Lo verdaderamente importante es el brutal retraso de la obra en la que se mostraba la primera fase, es decir, una terminal de pasajeros y proyectando una segunda más adelante. En esa etapa habría una Terminal de Carga, Edificios de Mantenimiento, Comedores de empleados, Enfermería y un Centro de Atención Temporal. En cuanto al área de servicios, simplemente no existe aún.
También señaló que de acuerdo al proyecto, la entrega del Aeropuerto se realizará en marzo de 2022, por lo que deberían estar haciendo pruebas y comenzar la etapa de calibración y correcciones, así como simulacros de operatividad. El presunto Hotel no lleva siquiera el cincuenta por ciento construido, y a estas fechas ya debiera contar con mobiliario, pruebas de los sistemas e instalaciones, y procesos de capacitación del personal que ahí laborara. Porque abrir un hotel internacional no se hace en un día. Probar todos los sistemas hidráulicos, eléctricos y contra incendios, lleva al menos seis meses antes de la apertura.
Ni qué decir de la instalación de los servicios como internet, electricidad, pantallas de información y otros servicios, porque por el momento no existen. O la capacitación de los hombres y mujeres que darán servicio al público. También pregunta sobre las pruebas que se realizan en la Terminal de Carga donde van al 5%, y el mismo contesta que nadie, porque aún no está lista la terminal de carga. Lo cierto es que a la fecha ya debieran estar terminadas la Terminal de Pasajeros, que va en un 85%, La Ciudad Aeroportuaria que incluye el hotel está en la primera fase, la torre de control, los servicios e infraestructura, la terminal de carga que apenas va en un 5%, Aviación General en 70%, y el área de combustibles en 98%.
Sin lugar a dudas lo que describe el Arquitecto Axel Belfort es uno más de los engaños que ha montado el Presidente de la República, porque al paso que van ni siquiera en tres años más podrá estar listo y en funcionamiento pleno el Aeropuerto de Santa Lucía. Para decirlo más claro, no hay manera de que inauguren un Aeropuerto Internacional en menos de cuatro meses cómo está programado, y mucho menos porque los Sistemas ATC que se encargan del control del tráfico aéreo no podrán estar listos para la fecha de inauguración.
Otro engaño más del Presidente de la República, pero seremos nosotros quienes pagaremos sus caprichos, porque las indemnizaciones de la cancelación del Aeropuerto Internacional de Texcoco nos ha salido en más de trescientos mil millones de pesos, y a eso tendremos que sumarle el costo de Santa Lucía y las adecuaciones al actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Las ocurrencias del idiota de Palacio Nacional es dinero de los mexicanos que se ha tirado a la basura, como las cantidades que también ha entregado a los Dictadores populistas del Continente. Lo peor que le pudo haber pasado a este país se llama Andres Manuel López Obrador. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.