Sin lugar a dudas los excesos personales y los de sus queridos hijos han dado al traste con la presunta honorabilidad de quien por ahora conduce, mal por
cierto, los destinos de este atribulado país. Ese hombre tiene pendiente una explicación a los mexicanos porque siempre hablo de una presunta honestidad y honorabilidad que ahora sabemos los mexicanos que nunca existió, y que solamente fue una careta para engañar a los más de ciento veinte millones de hombres y mujeres que poblamos cada una de las entidades federativas de este aún hermoso país.
El mito de los doscientos pesos en la cartera se ha derrumbado, porque los mexicanos ya comprobamos que no se puede tener hijos ricos con un padre pobre y honrado como tanto lo ha presumido el inquilino de Palacio Nacional quien tiene mucho que explicar a los mexicanos y que seguramente tratará de seguir con el burdo engaño que ha mantenido durante su gestión al frente del país. Si algo hemos podido comprobar en las últimas semanas es que la presunta honorabilidad se ha derrumbado y que ya no podrá mantener el engaño.
Los mexicanos hemos comprobado que por desgracia hoy tenemos en el poder a un farsante con un alto grado de mendicidad, y que miente y engaña de la forma más deleznable porque finge lo que no siente y se hace pasar por lo que no es para obtener un provecho de ello haciéndose pasar por lo que no es. Los farsantes se regocijan con el engaño de los pueblos aprovechando la ignorancia de quienes por su condición de pobreza mantienen una falsa esperanza producto de una serie de discursos diseñados para generar la aprobación popular a una farsa diseñada desde las más altas esferas del poder.
El engaño se ha caído estrepitosamente cuando los mexicanos conocimos la forma en que el mayor de sus hijos vive ostentosamente en Estados Unidos en una residencia localizada en el Fraccionamiento “Jacobs Reserve” que ahora conocemos tiene un valor aproximado de un millón de dólares, lo que en pesos mexicanos alcanza la cifra de más de veinte millones de pesos al tipo de cambio actual. Y la pregunta que todos nos hacemos es de donde salió el dinero, porque ese muchacho siempre declaró que nunca ha trabajado.
La presunta honorabilidad de quien por ahora conduce los destinos del país se ha derrumbado, y ahora tenemos que exigirle al señor Andrés Manuel López Obrador que explique la forma en que su primogénito ha logrado amasar una cuantiosa fortuna cuando nunca ha tenido un trabajo estable. Seguramente el Presidente saldrá a decir que Carolyn Adams, su nuera, es una acaudalada empresaria que ha ganado honestamente una fortuna porque es una especialista en negocios petroleros.
De lo que sí podemos tener la seguridad los mexicanos es que ella es la intermediaria en la compra de la refinería Deer Park, lo que significará un excelente negocio para que pueda seguir manteniendo a su esposo, aunque dicha compra sea otro engaño a los mexicanos porque lo que hasta ahora sabemos es que es solamente un cascarón que no sirve para nada. La presunta honestidad presidencial seguirá siendo una mascarada, porque si de algo podemos tener seguridad es que estamos ante uno de los mandatarios más corruptos de la historia de este país. Nada más hay que revisar la forma en que dispone discrecionalmente del dinero de todos los mexicanos. Odio, Poder y Dinero es la identidad del Presidente de la República. Pobre México, pobres mexicanos con un corrupto al frente del país. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.