Hace algunos ayeres el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, lanzó una severa advertencia a los integrantes del crimen organizado de
este país, y pareciera que les valió una pura y dos con sal porque ni siquiera le merecieron alguna declaración en alguno de los periódicos que controlan, y simplemente dejaron pasar la advertencia. En lo personal me parece una falta de respeto a la investidura presidencial que los honrados miembros de la delincuencia ninguneen al señor López Obrador, que debiera merecerles un trato respetuoso.
La advertencia fue muy severa, y creo que debieran tomarla de quien viene por la importancia de lo que representa, y asumir las conductas que les ha dictado para evitar que sigan siendo un mal ejemplo para las generaciones venideras de este país. La motivación de asumir una conducta distinta pareciera no haber sido lo mejor, porque hasta ahora han hecho maldito caso de la advertencia presidencial. Claro esta que cuando en esa mañanera señalo directamente a los miembros del crimen organizado que de continuar así, los acusaría con sus “mamacitas”, seguramente provocó un ataque de risa en los honorables miembros de la delincuencia de este país.
Hace una semana se dio un hecho lamentable en el Estado de Michoacán. Un comando armado llegó a una presunta festividad o bautizo de alguien, sacaron a la gente a la calle, y los fusilaron al más puro estilo de Victoriano Huerta, o de la orden presidencial de “mátalos en caliente”. Después recogieron los cuerpos y se los llevaron, al día siguiente se observa en algunos videos cómo estaban lavando la sangre vertida en las banquetas. Ante tan lamentable hecho el Presidente Andrés Manuel López Obrador salió con la estupidez de que al no haber cadáveres es que el hecho no ocurrió.
Creo que ha llegado la hora de que los principales especialistas de la psique tengan una reunión plenaria para entender que es lo que está pasando en este país, porque hasta ahora las ocurrencias han sido la estrategia de gobierno, la mentira, su principal identidad, y aunque nuestra capacidad de asombro ha sido extensa, cada día nos cuesta más entender la realidad en que vive el Presidente de la República. Es más, considero que ya es la hora en que alguien tendría que hacer un diagnóstico severo acerca de su salud mental.
En lo personal no tengo información fidedigna del estado de salud de Andrés Manuel López Obrador, pero de lo que si estoy seguro es que trae extraviadas las ideas porque solamente alguien así puede vivir en una realidad que no es la misma en la que vivimos los demás. Para decirlo más claro, López Obrador vive en un mundo imaginario donde el es el principal líder de la vida de todos los que forman parte de su mal llamado Movimiento de Regeneración Nacional que hasta ahora sigue siendo una especie de secta en la que realizan una serie de cultos a la personalidad de quien los encabeza.
Hasta ahora los honorables miembros del Crimen Organizado no se han permitido contestar el llamado del Presidente de la República, lo que indica que seguramente estarán meditando acerca de entregar las armas, y convertirse al nuevo credo y engrosar las filas de la Cuarta Transformación, desde donde podrán realizar con el permiso presidencial todo lo conducente para seguir acumulando dinero de las arcas públicas. La estrategia va viento en popa, la transformación de la vida pública va en serio, y antes que cualquier cosa, los mexicanos estaremos a salvo de los embates de la criminalidad porque tendrán patente de corso para robarse el presupuesto del país. Así se resuelven los problemas en la 4T. Enhorabuena para México y los mexicanos. Al tiempo.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.