Traidor es aquel quien no cumple su palabra o que falta a la fidelidad prometida, según la Real Academia de la Lengua, y por desgracia el hombre que hoy
está al frente del país ha estado traicionando a los mexicanos. Muchas veces se asumió públicamente como un demócrata, principalmente cuando en los medios de comunicación le preguntaban si buscaría permanecer en el cargo una vez que terminará su mandato. Siempre dijo que se retiraría a su Rancho, ““La Chingada”, una vez que concluyera su encargo al frente del país, y mintió como lo hace siempre.
De acuerdo a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, comete el delito de traición a la Patria, quien realice actos contra la Independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana, con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero. Y la definición etimológica de traición señala que es la falta que comete una persona que no cumple su palabra, o que no guarda la fidelidad debida. En materia de derecho, la traición se define como un delito cometido contra un deber público, como la Patria para los ciudadanos o la disciplina para los militares.
Andrés Manuel López Obrador ha traicionado a los mexicanos al faltar a esa fidelidad a que está obligado por la naturaleza de su encargo, pero también ha traicionado su palabra desde el momento en que siempre señalaba en sus entrevistas a los medios de comunicación que él era un demócrata y que no buscaría permanecer al frente del gobierno una vez que concluyera su encargo. Hoy por desgracia observamos el cinismo con el que pretende imponernos un yugo social encabezado por el Presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, quien con todo cinismo ha estado operando desde la Residencia Oficial de Los Pinos.
Por lo Pronto el Traidor a la Patria, Andrés Manuel López Obrador, antes que buscar ponerse a trabajar en el bienestar de los mexicanos, se la pasa pontificando ocultando la deleznable realidad que le ha construido a este país. La estrategia de Seguridad ha sido olvidada y confinada a los designios de los Carteles de la Droga con los que el Presidente de la República prefiere tener tratos antes que con los sectores productivos del país, con la finalidad de reorganizar los procesos económicos y la generación de empleos que tanta falta hacen en esta etapa polarización.
La avalancha de actos de corrupción en todas las esferas de la vida pública han sido conocidos por todos los mexicanos, pero el cinismo que siempre ha caracterizado al Presidente de la República seguramente lo hace pensar que el silencio ciudadano es una muestra de conformidad. Lo que no ha entendido es que de llegar alguno de sus adversarios al poder en la siguiente elección, será incriminado por el hurto descarado de los recursos públicos que son de todos los mexicanos y tendrá que enfrentar las consecuencias jurídicas.
Pero el mayor juicio que seguramente será adverso es el de los mexicanos de todo el país, y los registros de la historia lo harán aparecer en la lista de otros personajes de la talla de Antonio Severino de Padua, López de Santa Anna, o la del “Chacal, Victoriano Huerta”. Lo previsible es que su empecinamiento lo siga llevando por el camino de la confrontación y de la pretensión del establecimiento de una dictadura populista, suprimiendo al México de las libertades y los derechos que durante tanto tiempo hemos construido. La patria hoy más que nunca está en peligro ante las ansias dictatoriales de Andrés Manuel López Obrador. Al tiempo.
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Lic. En Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por el Instituto Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.