Mucho tiempo nos ha llevado construir el entramado educativo de este país. Pero habrá que señalar que la educación en este país se remonta a las culturas
de la antigüedad porque siempre estuvo presente desde la época prehispánica con aquellas manifestaciones del saber en torno al “Calmécac”. Y habrá que señalar que fueron muchos los hombres y mujeres que a través del devenir histórico de nuestra patria formaron y conformaron diversas expresiones en torno al conocimiento, porque este país ha sido prolífico en educadores.
Gracias a ello es que detentamos un gran conocimiento en diversas ramas de la ciencia, y lo mejor es que hemos trasladado a las distintas manifestaciones, formaciones, lo que nos legaron las culturas antiguas del pasado prehispánico, evolucionando comforme se fueron dando los avances en el devenir humano. Hasta ahora podemos señalar con certeza que nuestro sistema educativo ha sido exitoso desde el momento en que la basamos en la enseñanza primaria y la hemos llevado desde diversos ciclos en el tiempo hasta lo que ahora llamamos la etapa del conocimiento.
La historia de este país le guarda memoria a los apóstoles de la educación, como lo han sido Justo Sierra, José Vasconcelos, Guillermo González Camarena, Filiberto Vázquez Dávila, Rosaura Zapata, Juan Guillermo de Villasana, Miguel Hidalgo y Costilla, y tantos más que en el anonimato convirtieron el saber en una grata forma cotidiana de trasladarlo a nuestros hijos. ,ichos les debemos a esos hombres y mujeres anónimos que en el devenir de esta nación nos ayudaron a tener mejores estándares de preparación para los mexicanos de estos tiempos.
El Presidente de la República ha implementado un discurso desgastante en torno al neoliberalismo, que no es otra cosa que una corriente económica y política asociada al capitalismo, que sostiene que la economía se debe regir por el libre comercio con procesos de desregularizacion y privatizada con menos inferencia del Estado. Y eso es lo que abomina el Presidente de la República, porque piensa que no se debe perder el control por parte del Estado, y eso significa que su verdadera pretensión, al igual que los países populistas del Continente, es el control total de la economía.
De ahí su propuesta de que los materiales educativos sean diseñados ahora por Max Arriaga, un imbécil que presuntamente diseñó un nuevo modelo educativo basado en la vinculación de la escuela con la comunidad, y en la que desaparecen las asignaturas. Es decir que ya no habrá conocimiento, porque según la estupidez presidencial, ahora será un éxito formar una serie de escuelas, pero que las de oficios y artes que en el pasado tenían su razón de ser. Esto quiere decir que López Obrador no tiene la mira puesta en el futuro, por el contrario, su retardatario pensamiento está situado en el siglo XVIII en el que florecieron las artes y los oficios.
No habrá evaluaciones o exámenes, y las calificaciones serán valorativas por los propios alumnos, que ni siquiera tendrán conciencia de la regresión a que serán sometidos en aras de capitalizar un proyecto político entre ignorantes y Discapacitados sociales. No habrá grados, sino fases, y sobre todo la eso expresiones comunitarias que no tienen nada que ver con los avances de la educación. En lo personal dire que Andrés Manuel López Obrador siempre ha sido un reverendo pendejo toda su vida, y seguramente piensa que todos deben pensar de acuerdo a su concepcion del conocimiento, que hasta ahora ha mostrado y demostrado que es una nulidad como persona, y Mandatario. Pobres mexicanos, pobre de nuestros niños. Otra piedra más para su tumba política. Los mexicanos no somos tontos. El tonto e idiota es otro. Al tiempo.
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Lic. En Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por el Instituto Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.